El ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Balazs señaló que su gobierno está dispuesto a cooperar en las investigaciones.
La tesis de una "conspiración internacional" contra el presidente boliviano Evo Morales ha generado serias dudas en Hungría por lo que exigió a Bolivia que proporcione información sobre el incidente de la semana pasada en el que murieron dos húngaros y un irlandés.
"Quiero expresar mis dudas: las informaciones de los medios de comunicación no confirman la tesis de un complot, faltan piezas del rompecabezas. Por ahora no tenemos suficiente información oficial para creer que las personas asesinadas durante la noche por un comando preparaban un atentado", declaró el ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Balazs, en rueda de prensa.
Luego indicó que a su parecer, se trata de un "caso vinculado a asuntos internos de la política boliviana" y que el gobierno húngaro "está dispuesto a cooperar".
Según las autoridades bolivianas, un comando de la policía mató a tiros a tres hombres que eran mercenarios extranjeros y que se hospedaban en un hotel de San Cruz (este).
De acuerdo con la policía boliviana y los medios de comunicación húngaros se trata de Eduardo Rozsa Flores, con triple nacionalidad húngara, boliviana y croata, el rumano-húngaro Arpad Magyarosi y el irlandés Michael Dwyer.
También fueron arrestados dos presuntos cómplices, el boliviano-croata Mario Tadic y el húngaro Elod Toaso, que se encuentran detenidos en La Paz, según las mismas fuentes.
La participación en la guerra serbo-croata (1991-95), en el caso de Tadic en las filas del ejército croata y en el de Flores en una unidad internacional que ayudaba a esas tropas, parecía establecer un vínculo entre miembros del grupo.
No obstante, Michael Dwyer, de 24 años, un jefe de proyecto en el sector de la construcción que también trabajó en el campo de la seguridad, no tenía ningún antecedente de ese tipo.
Por su parte, Irlanda también pidió una investigación internacional sobre la muerte de Dwyer.
AFP
Comparte esta noticia