Irán confirmó que se libera de un nuevo compromiso adoptado ante la comunidad internacional y que empezaría a enriquecer uranio a un nivel prohibido por el acuerdo internacional sobre su programa nuclear de 2015.
Irán ha comenzado a enriquecer uranio a una pureza superior al 3,67 %, al expirar el ultimátum de 60 días que las autoridades de Teherán habían dado a los signatarios europeos del acuerdo nuclear para compensar el impacto de la retirada unilateral de ese pacto por parte de Estados Unidos.
El portavoz de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Behruz Kamalvandí, señaló que "en unas horas, se completará la labor técnica y el proceso de enriquecimiento superará el 3,67 %" en una rueda de prensa conjunta con el viceministro de Exteriores y negociador nuclear iraní, Abas Araqchí, difundida por la televisión estatal.
Kamalvandi precisó que "mañana, cuando la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) publique su informe, nuestro nivel de enriquecimiento estará por encima" de ese nivel. "De momento, llegaremos a un enriquecimiento del 5 %", lo necesario para el suministro de combustible para alimentar a las centrales eléctricas del país, aclaró Kamalvandí y subrayó que para este objetivo "no se aumentará el número de las centrifugadoras".
Kamalvandí no preciso el limite de la necesidad de Irán pero explicó que según la decisión de las autoridades del país, el nivel del enriquecimiento de uranio podrá ir aumentando. "Para las centrales eléctricas se necesita el enriquecimiento al 5 %, para temas de medicina nuclear al 20 % y para la propulsión nuclear al 60 %", detalló.
Las medidas anunciadas hoy por Irán responden a la segunda fase de reducción de sus compromisos adquiridos tras la firma del acuerdo nuclear al sentirse muy perjudicada por su aplicación, especialmente tras la salida de Estados Unidos.
En la primera fase que comenzó en el mes de mayo, el Gobierno de Teherán sólo amplió el peso de las existencias del material de agua pesada y uranio enriquecido al 3,67 % que disponía, mientras en esta segunda advirtió de que aumentaría los niveles de enriquecimiento del uranio, tal y como parece que ha hecho.
Irán y las seis grandes potencias mundiales (Francia, el Reino Unido, Alemania, China, Rusia y EE. UU.) alcanzaron un histórico acuerdo en 2015 por el que Teherán se comprometía a limitar su programa nuclear para no poder desarrollar a corto plazo una bomba atómica, a cambio de facilidades económicas y comerciales.
En mayo de 2018, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó la salida de EE.UU. del acuerdo nuclear y volvió a imponer sobre la economía iraní todas las sanciones que había levantado con el pacto, incluidas las que pesan sobre el sector petrolero.
(Con información de EFE)
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