El jefe negociador iraní señaló que otros países como Francia y Brasil podrían también formar parte del eventual proceso de intercambio.
El intercambio de combustible nuclear podría realizarse en un país de Asia oriental, que presumiblemente podría ser Japón, anunció hoy el director de la Organización iraní de la Energía Atómica, Ali Akbar Salehi.
En declaraciones reproducidas por la agencia laboral de noticias local Ilna, el jefe negociador iraní señaló que otros países como Francia y Brasil podrían también formar parte del eventual proceso de intercambio.
Salehi precisó, no obstante, que el acuerdo todavía no ha sido cerrado y que prosiguen las negociaciones con París y Brasilia para el suministro de uranio al 20 por ciento, aunque no quiso confirmar a los periodistas las noticias que apuntan a que Tokio podría ser el lugar elegido.
"Se está dialogando con una serie de países de Asia", se limitó a contestar.
La declaración de Salehi se produce horas después de que el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, dijera en la televisión pública que no existe problema alguno para realizar el controvertido intercambio en el exterior.
"Irán tiene la tecnología necesaria para enriquecer uranio al 20 por ciento por sí mismo, pero la República Islámica no ve obstáculo alguno para cooperar con los estados nucleares", explicó el mandatario en lo que supone un giro en la postura de Irán hasta la fecha.
La comunidad internacional "nos ha pedido recientemente que iniciemos un nuevo diálogo y han dicho que están dispuestos a suministrarnos combustible, incluso si el nuestro permanece en Irán... pero incluso si enviamos el combustible nuclear al exterior, no será problema", señaló.
"En Irán, algunos dicen que si lo enviamos fuera no nos lo devolverán, pero si hacen eso, demostrarán que no son países confiables", agregó.
Irán mantiene un enconado pulso con gran parte de la comunidad internacional a causa de las sospechas que levanta su programa nuclear.
Países como Estados Unidos, Israel, Francia, Alemania y el Reino Unido acusan al régimen iraní de ocultar, bajo su esfuerzo atómico civil, un proyecto de naturaleza clandestina y aplicaciones bélicas cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal nuclear, alegación que Irán rechaza.
El conflicto se agravó a finales del pasado año después de que Teherán rechazara una propuesta de Washington, París y Moscú para enviar su uranio al 3,5 por ciento al exterior y recuperarlo tiempo después enriquecido al 20 por ciento, en las condiciones necesarias para mantener operativo su reactor nuclear civil en la capital.
Estados Unidos ha amenazado con imponer nuevas sanciones a Irán, en particular a las empresas que vendan gasolina, opción que cuenta con el apoyo de países como el Reino Unido, Francia y Alemania.
Sin embargo, otros como China, consideran que se debe proseguir el diálogo con Teherán y dar más tiempo a la negociación, con vistas a lograr una solución global.
Las declaraciones de Ahmadineyad significan un giro en la inestable política de la República Islámica respecto al programa nuclear tras meses de oponerse a que el intercambio se hiciera fuera de su territorio nacional.
En los meses anteriores, se había filtrado una propuesta para que el proceso se hiciera en la vecina Turquía.
Pero la opción de Japón parece haber cobrado crédito en las últimas semanas debido a las buenas relaciones que mantiene Tokio tanto con la República Islámica como con Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional.
Los expertos apuntan a que el hecho de que el actual director general del Organismo Internacional de la Enegrgía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, sea nipón, también contribuye a que el país del sol naciente tenga más opciones.
En su primera declaración oficial, Amano afirmó la semana pasada que el acuerdo de intercambio "aún está sobre la mesa". EFE
En declaraciones reproducidas por la agencia laboral de noticias local Ilna, el jefe negociador iraní señaló que otros países como Francia y Brasil podrían también formar parte del eventual proceso de intercambio.
Salehi precisó, no obstante, que el acuerdo todavía no ha sido cerrado y que prosiguen las negociaciones con París y Brasilia para el suministro de uranio al 20 por ciento, aunque no quiso confirmar a los periodistas las noticias que apuntan a que Tokio podría ser el lugar elegido.
"Se está dialogando con una serie de países de Asia", se limitó a contestar.
La declaración de Salehi se produce horas después de que el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, dijera en la televisión pública que no existe problema alguno para realizar el controvertido intercambio en el exterior.
"Irán tiene la tecnología necesaria para enriquecer uranio al 20 por ciento por sí mismo, pero la República Islámica no ve obstáculo alguno para cooperar con los estados nucleares", explicó el mandatario en lo que supone un giro en la postura de Irán hasta la fecha.
La comunidad internacional "nos ha pedido recientemente que iniciemos un nuevo diálogo y han dicho que están dispuestos a suministrarnos combustible, incluso si el nuestro permanece en Irán... pero incluso si enviamos el combustible nuclear al exterior, no será problema", señaló.
"En Irán, algunos dicen que si lo enviamos fuera no nos lo devolverán, pero si hacen eso, demostrarán que no son países confiables", agregó.
Irán mantiene un enconado pulso con gran parte de la comunidad internacional a causa de las sospechas que levanta su programa nuclear.
Países como Estados Unidos, Israel, Francia, Alemania y el Reino Unido acusan al régimen iraní de ocultar, bajo su esfuerzo atómico civil, un proyecto de naturaleza clandestina y aplicaciones bélicas cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal nuclear, alegación que Irán rechaza.
El conflicto se agravó a finales del pasado año después de que Teherán rechazara una propuesta de Washington, París y Moscú para enviar su uranio al 3,5 por ciento al exterior y recuperarlo tiempo después enriquecido al 20 por ciento, en las condiciones necesarias para mantener operativo su reactor nuclear civil en la capital.
Estados Unidos ha amenazado con imponer nuevas sanciones a Irán, en particular a las empresas que vendan gasolina, opción que cuenta con el apoyo de países como el Reino Unido, Francia y Alemania.
Sin embargo, otros como China, consideran que se debe proseguir el diálogo con Teherán y dar más tiempo a la negociación, con vistas a lograr una solución global.
Las declaraciones de Ahmadineyad significan un giro en la inestable política de la República Islámica respecto al programa nuclear tras meses de oponerse a que el intercambio se hiciera fuera de su territorio nacional.
En los meses anteriores, se había filtrado una propuesta para que el proceso se hiciera en la vecina Turquía.
Pero la opción de Japón parece haber cobrado crédito en las últimas semanas debido a las buenas relaciones que mantiene Tokio tanto con la República Islámica como con Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional.
Los expertos apuntan a que el hecho de que el actual director general del Organismo Internacional de la Enegrgía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, sea nipón, también contribuye a que el país del sol naciente tenga más opciones.
En su primera declaración oficial, Amano afirmó la semana pasada que el acuerdo de intercambio "aún está sobre la mesa". EFE
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