En el 2016, Satoshi Uematsu armado con varios cuchillos mató a 19 personas en un centro para discapacitados mentales en el que había trabajado. Se trata de la peor matanza en Japón desde hace varias décadas.
El juicio del presunto autor del asesinato de 19 personas con discapacidad mental en Japón, que había conmocionado al país en 2016, se abrió el miércoles en Yokohama (al oeste de Tokio), pero la audiencia tuvo que ser interrumpida por el comportamiento extraño del acusado.
Al inicio del juicio, Satoshi Uematsu, 29 años, reconoció los hechos. Sus abogados argumentaron que no era responsable penalmente porque estaba drogado cuando cometió los asesinatos.
Una fiscal refutó este argumento, indicando que lo que cometió Uematsu, que enfrenta seis cargos incluido el de homicidio voluntario y puede ser condenado a la pena de muerte, es "inhumano y no merece piedad".
La audiencia tuvo que ser interrumpida luego de que el acusado intentara meterse algo en la boca y los guardias intervinieran para inmovilizarlo. La sesión se reanudó en la tarde sin el acusado, por razones desconocidas, y se cerró dos horas antes de lo previsto.
El 26 de julio de 2016, Uematsu acuchilló a 19 personas e hirió a 26 en un centro para discapacitados mentales en Sagamihara, donde había trabajado previamente, en las afueras de Tokio.
Uematsu fue a confesar su crimen a una estación de policía con sus cuchillos ensangrentados.
La masacre, una de las peores de la historia reciente de Japón, había conmocionado al país por el odio de Uematsu hacia los discapacitados mentales. "No tienen alma" y sus vidas "no tienen sentido", declaró en una entrevista para el periódico Mainichi Shimbun en la cárcel.
Uematsu ya había manifestado su intención de cometer el crimen en una carta dirigida al parlamento japonés.
Centenas de personas fueron al tribunal para asistir al juicio a pesar del espacio limitado en la sala reservada para el público. Se espera que el tribunal emita un veredicto contra Uematsu el 16 de marzo. (AFP)
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