El mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán fue condenado este miércoles a cadena perpetua y 30 años simbólicos adicionales en un tribunal de Nueva York.
La decisión no fue una sorpresa: Brian Cogan, el juez federal de Brooklyn que presidió el caso de Joaquín 'El Chapo' Guzmán, recordó en la audiencia su "crueldad abrumadora" y dijo que debía sentenciarlo por ley a prisión de por vida, como solicitaba el gobierno. El Chapo, de 62 años y exjefe del cartel de Sinaloa, llegó a ser el hombre más buscado por Estados Unidos tras la muerte de Osama Bin Laden y es el mayor capo del narcotráfico extraditado y enjuiciado por Estados Unidos.
Serio, vestido con un traje gris y por primera vez luciendo un espeso mostacho en la corte, el Chapo se dirigió al juez y le dijo en español: "Ya que el gobierno de Estados Unidos va a enviarme a una prisión donde nunca más van a escuchar mi nombre, aprovecho para decirles: aquí no hubo justicia".
El Chapo fue acusado de traficar o intentar traficar 1.213 toneladas de drogas a Estados Unidos a lo largo de un cuarto de siglo, así como 1,44 toneladas de base de cocaína, 222 kg de heroína, casi 50 toneladas de marihuana y "cantidades" de metanfetaminas.
En sus palabras, el exjefe del cartel de Sinaloa también se quejó de sus condiciones de reclusión. "Ha sido una tortura las 24 horas, emocional, psicológica, mental", dijo, y lamentó amargamente no poder abrazar a sus hijas mellizas, que no acudieron este miércoles, ni poder recibir visitas de su esposa, la exreina de belleza Emma Coronel, de 30 años. Cuando entró y salió de la sala, el Chapo lanzó besos a Coronel y se tocó el corazón, y ella hizo lo mismo.
El gobierno estadounidense celebró la sentencia de quien considera el mayor narcotraficante del planeta desde la muerte del colombiano Pablo Escobar con bombos y platillos. "Nos aseguraremos de que pase cada minuto de cada día del resto de su vida en prisión aquí, en Estados Unidos", dijo a periodistas el fiscal federal de Brooklyn, Rihard Donoghue.
"Con la sentencia se separa el mito del Chapo del hombre Joaquín Guzmán, y para el hombre es el final de la cuerda, y es una realidad de la cual no podrá escapar", sostuvo por su lado Ángel Meléndez, agente especial del departamento de Seguridad Interior para Nueva York.
Durante el juicio, la acusación presentó pruebas de que Guzmán ordenó la muerte o torturó y mató él mismo a por lo menos 26 personas o grupos de personas, incluidos supuestos informantes, narcos rivales, policías, socios y hasta familiares. Luego de un rocambolesco juicio de tres meses, lleno de momentos escabrosos y surrealistas, el 12 de febrero un jurado le declaró culpable de 10 delitos de narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de fuego.
(Con información de AFP)
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