La cita con el sumo pontífice está fijada para la víspera de la cumbre con los jefes de Estado de las 20 mayores economías del mundo, el G20. Luego de ello, el mandatario estadounidense se dirigirá a Glasgow para participar en la cumbre climática COP26.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegó el viernes de madrugada a Roma para su primera recepción como mandatario por el papa Francisco, en la víspera de una cumbre del G20 de dos días en la capital italiana.
Biden comparte posiciones sobre medio ambiente, pobreza y pandemia con el pontífice, con el que se había encontrado en tres ocasiones como vicepresidente.
La cita, en la biblioteca privada del palacio apostólico, fue fijada la víspera de la cumbre de dos días en Roma con los jefes de Estado y de Gobierno de las 20 mayores economías del mundo, el G20.
El dirigente estadounidense se dirigirá después a Glasgow (Reino Unido), para participar en la importante cumbre climática de Naciones Unidas COP26.
Según un comunicado de la Casa Blanca, el jefe de la Iglesia católica y el presidente estadounidense "discutirán de cómo trabajar juntos en iniciativas basadas en el respeto de la dignidad humana fundamental, incluida la eliminación de la pandemia de COVID-19, la lucha contra el cambio climático y la compasión con los pobres".
Será un encuentro "cálido", adelantó el miércoles su portavoz, Jen Psaki, quien recordó que el presidente, ferviente católico, "encontró fuerza en su fe" frente a las tragedias de su vida: la muerte accidental de su primera esposa e hija y luego la muerte de su hijo Beau de cáncer.
Joe Biden, quien viaja acompañado por su segunda esposa Jill, casi nunca falta a la misa dominical y sus posiciones en algunos temas resultan más afines con el papa argentino que las de su predecesor Donald Trump.
Pese a que el presidente Biden es el segundo mandatario católico después de John F. Kennedy (1961-1963), la Iglesia católica estadounidense, muy dividida, ha comenzado una ofensiva para privar de la comunión a los líderes políticos que apoyan el aborto, entre ellos el mismo Biden.
El aborto, tema delicado
¿Abordarán el tema que más los divide, como el derecho al aborto?, se interrogaban los observadores de asuntos vaticanos.
Las posiciones resultan muy disimiles. El papa Francisco llegó recientemente a tildar la interrupción voluntaria del embarazo de "asesinato", pero al mismo tiempo se distanció de la iniciativa de los obispos estadounidenses contra los políticos que apoyan el derecho al aborto.
"La comunión no es un premio para los perfectos, la comunión es un don, es un regalo", y el que no puede tomar la comunión es el que "no está dentro de la comunidad", explicó el pontífice en septiembre tras ser interrogado sobre el asunto durante el viaje de regreso de Eslovaquia.
Joe Biden deberá reunirse luego con el jefe del gobierno italiano, Mario Draghi, el anfitrión de la cumbre del G20 y expresidente del Banco Central Europeo, quien despierta mucha curiosidad en Estados Unidos por sus proyectos de reforma.
Elogiado por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts y por el banco estadounidense Goldman Sachs, algunos medios estadounidenses lo pintan como una nueva estrella del panorama político europeo.
Relanzar la imagen
Para Biden, que ha perdido popularidad desde su elección, el G20, así como la gran cumbre COP26 de Glasgow, Escocia, sobre el cambio climático, constituyen una ocasión para relanzar su imagen y enterrar definitivamente la era de Trump.
Este mismo viernes se reunirá en privado en Roma con el presidente francés, Emmanuel Macron, para pasar la página de la grave crisis por los contratos de submarinos ocurrida a mediados de septiembre y sellar la reconciliación.
Ese asunto, junto con la retirada caótica de Afganistán, pesan sobre el aura de Biden, quien repite que "Estados Unidos está de vuelta" en la escena internacional.
(Con información de AFP)
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