El minero, de 54 años, asumió el rol de guía espiritual entre sus compañeros por su apego a la religión evangélica, pidió 33 biblias y dirigía los rezos dos veces al día.
José Henríquez, el "guía
espiritual" de los mineros atrapados a 700 metros de profundidad
desde el pasado 5 de agosto en el yacimiento San José se convirtió
hoy en el rescatado número 24.
Henríquez asumió el rol de guía espiritual entre sus compañeros por su apego a la religión evangélica, pidió 33 biblias y dirigía los rezos dos veces al día.
En uno de los vídeos que los mineros grabaron desde el interior de la mina, su compañero Mario Sepúlveda lo presentó así, "tiene altos conocimientos espirituales y la verdad es que en estos momentos nos han ayudado mucho a todos".
Henríquez, de 54 años de edad, trabajaba en la mina desde hace 33 años y el pasado mes de enero estaba presente en el interior del yacimiento San José cuando se produjo un escape de gas en el que él mismo sufrió un desmayo.
José Henríquez salió a la superficie a las 17.59 hora local de este miércoles (20.59 GMT), 27 minutos después que lo hiciera Carlos Burgueño, quien lo antecedió en el orden de evacuación establecido por los expertos en rescate.
El encuentro con su esposa Hettiz Berríos, con la que lleva 33 años de casado, fue lleno de cariño y emoción.
Henríquez, quien tiene dos hijas gemelas que le definen como un hombre introvertido y cariñoso, abrazó después a las autoridades que se encontraban en el lugar.
Henríquez, apodado por sus compañeros como "Don José", quería dejar la mina porque, tal y como decía "estaba mala".
Hettiz, la esposa de Henríquez, ha sido de las pocas mujeres que decidieron continuar con sus vidas y no asentarse en el campamento "Esperanza" durante el periodo de rescate, tal y como el propio minero solicitó que hiciera.
El minero es un amante de la cueca, el baile nacional chileno, y es muy hábil con el arpa, la guitarra y el acordeón. EFE
Henríquez asumió el rol de guía espiritual entre sus compañeros por su apego a la religión evangélica, pidió 33 biblias y dirigía los rezos dos veces al día.
En uno de los vídeos que los mineros grabaron desde el interior de la mina, su compañero Mario Sepúlveda lo presentó así, "tiene altos conocimientos espirituales y la verdad es que en estos momentos nos han ayudado mucho a todos".
Henríquez, de 54 años de edad, trabajaba en la mina desde hace 33 años y el pasado mes de enero estaba presente en el interior del yacimiento San José cuando se produjo un escape de gas en el que él mismo sufrió un desmayo.
José Henríquez salió a la superficie a las 17.59 hora local de este miércoles (20.59 GMT), 27 minutos después que lo hiciera Carlos Burgueño, quien lo antecedió en el orden de evacuación establecido por los expertos en rescate.
El encuentro con su esposa Hettiz Berríos, con la que lleva 33 años de casado, fue lleno de cariño y emoción.
Henríquez, quien tiene dos hijas gemelas que le definen como un hombre introvertido y cariñoso, abrazó después a las autoridades que se encontraban en el lugar.
Henríquez, apodado por sus compañeros como "Don José", quería dejar la mina porque, tal y como decía "estaba mala".
Hettiz, la esposa de Henríquez, ha sido de las pocas mujeres que decidieron continuar con sus vidas y no asentarse en el campamento "Esperanza" durante el periodo de rescate, tal y como el propio minero solicitó que hiciera.
El minero es un amante de la cueca, el baile nacional chileno, y es muy hábil con el arpa, la guitarra y el acordeón. EFE
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