Expertos internacionales instaron a no bajar la guardia, continuar con la vacunación, seguir invirtiendo en sanidad pública y tomar medidas preventivas.
La COVID-19 entrará en una fase endémica y pasará a formar parte de una nueva normalidad global en 2023, anticipan expertos israelíes, que instan a no bajar la guardia, continuar con la vacunación, seguir invirtiendo en sanidad pública y tomar medidas preventivas.
"Parecería que estamos entrando ahora en una fase endémica, que lo peor ya pasó", explica el epidemiólogo Hagai Levine, que preside la Asociación Israelí de Médicos de la Sanidad Pública.
Sin embargo, alerta que esta nueva fase puede ser tanto o más mortal que la anterior.
En base a esto, agrega, no hay que esperar a la siguiente oleada para invertir en sanidad pública, y la población debe mantener las medidas preventivas que incorporó durante la pandemia como la higiene personal, hábitos saludables y, sobre todo, quedarse en casa cuando están enfermos.
Este análisis es compartido por Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben Gurión y miembro del comité asesor del gobierno en temas de la COVID-19.
"Vivimos ahora en una nueva normalidad y la COVID-19 permanecerá entre nosotros", señala Davidovitch, quien destaca que el objetivo ahora es "controlar y contener" al virus de forma inteligente en base a las lecciones aprendidas.
También sugiere mantener el uso de mascarillas durante el invierno, sobre todo pacientes de riesgo, y continuar con la campaña de vacunación, tanto contra la COVID-19 como contra otros virus respiratorios y enfermedades infecciosas.
En cuanto a la aplicación de nuevas restricciones como las implementadas durante los primeros dos años de la pandemia, ambos expertos instaron a evitar medidas desproporcionadas y a reservarlas para situaciones de emergencia, confiando en que no serán necesarias debido a la mayor conciencia de la población sobre medidas preventivas.
Consecuencias de la pandemia
Otra cuestión en la que coinciden de cara a 2023 es la necesidad de prestar especial atención a las consecuencias más globales de la pandemia más allá de la salud física.
"El impacto de la pandemia se ha sentido tanto en materia de morbilidad y mortalidad como en el plano educativo, en la economía y en el acceso a los servicios de salud generales", destaca Levine, que describe al 2023 como "un año de recuperación" a nivel individual y colectivo.
Davidovitch, por su parte, describe la ‘COVID prolongada’ como una de las prioridades del año entrante, en referencia no solo a las consecuencias en la salud de los pacientes sino también a cuestiones como salud mental. (EFE)
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