La organización Human Rights Watch difundió la información y exhortó al gobierno a tomar acciones para disminuir la violencia sobre todo en los penales.
El aumento de las ejecuciones extrajudiciales cometidas por la policía de Brasil alimentan los altos niveles de violencia en el gigante latinoamericano, que también debe resolver con urgencia la grave crisis en sus prisiones hacinadas, denunció este jueves la organización Human Rights Watch (HRW).
"Los abusos cometidos por la policía, incluyendo ejecuciones extrajudiciales, contribuyen a un ciclo de violencia en áreas de alta criminalidad, debilitando la seguridad pública y poniendo en riesgo la vida de los agentes", subrayó la organización en el capítulo brasileño de su informe mundial para 2017. La policía brasileña mató a 3,345 personas en 2015, lo que implica un aumento del 6% con respecto a 2014 y un 52% frente a 2013, sin que muchas de esas muertes se justifiquen en un uso legítimo de fuerza, según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública retomados por HRW.
Números desalentadores. La organización de derechos humanos también se mostró preocupada por la violencia desatada en las cárceles, una semana después de que un centenar de reclusos fueran asesinados -algunos decapitados y desmembrados- en prisiones del norte del país por una guerra sangrienta por el control del narcotráfico entre facciones criminales.
"Las condiciones inhumanas en las prisiones brasileñas son un problema urgente", destacó HRW asegurando que la superpoblación de las cárceles es de un 67% y la falta de agentes y técnicos penitenciarios hacen "imposible" que el estado tenga su control. El presidente Michel Temer prometió una modernización del sistema y la construcción de nuevas prisiones en todos los estados. (AFP/Andina)
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