Meteorólogos advirtieron que las precipitaciones provocadas por el fenómeno La Niña se intensificarán y continuarán el fin de semana
Anoche volvió a llover en las zonas del noreste de Australia afectadas por graves inundaciones en las últimas semanas, y los meteorólogos advirtieron hoy de que las precipitaciones se intensificarán y continuarán el fin de semana.
En el estado de Queensland, los 70.000 habitantes de la localidad de Rockhampton siguen esperando a que el nivel del río Fitzroy no alcance los 9,4 metros de altura por las riadas, que han causado 10 muertos desde noviembre.
La comunidad tiene cerrados el aeropuerto y el acceso por ferrocarril, pero cuenta con una carretera abierta por la que entran camiones con víveres desde Mackay, a 330 kilómetros de distancia al norte.
El alcalde de Rockhampton, Brad Carter, indicó que los trabajos de reconstrucción se prolongarán durante al menos un año.
Por su parte, St. George y otras poblaciones de la cuenca del Ballone también esperan a que el río llegue a su caudal máximo, pero creen que si eso sucede en los próximos días, se perderán menos casas de las previstas.
Mientras tanto, las inundaciones se desplazan al sur hacia el estado de Nueva Gales del Sur, que ya sufrió riadas el mes pasado.
Los aguaceros han afectado en Queensland a 40 comunidades, donde han dejado unas 1.200 viviendas anegadas, otras 10.700 dañadas y 4.000 residentes evacuados.
Según las autoridades, las pérdidas económicas rondarán los 5.000 millones de dólares.
El Gobierno australiano ha aprobado una partida especial de 77 millones de dólares locales para que los ayuntamientos puedan poner en marcha las operaciones más urgentes de reconstrucción.
Los expertos creen que las tormentas, más graves que otros años, están provocadas por el fenómeno de La Niña, que enfría las corrientes marinas del Océano Pacífico y aumenta la intensidad de las lluvias.
EFE
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