El general James Conway, jefe de los marines estadounidenses, se manifestó opuesto a modificar la ley "Don"t Ask, Don"t Tell", que impide a los soldados revelar su opción sexual a riesgo de ser dados de baja.
El jefe de los marines estadounidenses, general James Conway, afirmó que la mayoría de sus soldados no desea compartir sus dormitorios con compañeros homosexuales.
"Puedo decirles que una mayoría (de marines) no querrían compartir un dormitorio con una persona abiertamente homosexual", dijo Conway en una rueda de prensa en el Pentágono.
En ese sentido, se manifestó opuesto a modificar la ley "Don"t Ask, Don"t Tell" ("No preguntes, no digas"), que impide a los soldados estadounidenses revelar su opción sexual a riesgo de ser dados de baja.
El militar, que en octubre se retirará, insistió además en que si se levanta el tabú homosexual en las Fuerzas Armadas estadounidenses, van a tener que buscar voluntarios para compartir los cuarteles de homosexuales porque muchos soldados "muy religiosos" se oponen a ello. "Algunos no están en contra. Y quizás el voluntariado sea la mejor forma" de proceder, insistió.
El 28 de mayo, la Cámara de Representantes votó la derogación de esa ley, pero el debate sobre el asunto promete polémica en el Senado, donde muchos se oponen a la medida. Más de 13.500 militares fueron excluidos del Ejército desde que la ley comenzó a regir en 1993.
Según un reciente sondeo de CNN y Opinion Research, cerca de 78% de los estadounidenses cree que las personas abiertamente homosexuales deben ser autorizadas a servir en el Ejército.
-AFP-
"Puedo decirles que una mayoría (de marines) no querrían compartir un dormitorio con una persona abiertamente homosexual", dijo Conway en una rueda de prensa en el Pentágono.
En ese sentido, se manifestó opuesto a modificar la ley "Don"t Ask, Don"t Tell" ("No preguntes, no digas"), que impide a los soldados estadounidenses revelar su opción sexual a riesgo de ser dados de baja.
El militar, que en octubre se retirará, insistió además en que si se levanta el tabú homosexual en las Fuerzas Armadas estadounidenses, van a tener que buscar voluntarios para compartir los cuarteles de homosexuales porque muchos soldados "muy religiosos" se oponen a ello. "Algunos no están en contra. Y quizás el voluntariado sea la mejor forma" de proceder, insistió.
El 28 de mayo, la Cámara de Representantes votó la derogación de esa ley, pero el debate sobre el asunto promete polémica en el Senado, donde muchos se oponen a la medida. Más de 13.500 militares fueron excluidos del Ejército desde que la ley comenzó a regir en 1993.
Según un reciente sondeo de CNN y Opinion Research, cerca de 78% de los estadounidenses cree que las personas abiertamente homosexuales deben ser autorizadas a servir en el Ejército.
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