Las autoridades informaron que hay numerosas poblaciones que han quedado anegadas, sin luz ni teléfono y con carreteras bloqueadas por las lluvias, las peores en 40 años.
Los servicios de protección civil buscan en el lodo y los automóviles destrozados por las riadas posibles víctimas de las inundaciones registradas en Madeira, donde han muerto al menos 32 personas y hay más de una decena desaparecidas.
Las autoridades regionales y los cuerpos de seguridad informaron de que hay numerosas poblaciones de la isla anegadas, sin luz ni teléfono y con decenas de kilómetros de calles y carreteras cortadas por la intensidad de las lluvias, las peores en 40 años, sufridas por Madeira durante toda la madrugada de hoy.
Los servicios de bomberos y protección civil estuvieron desbordados toda la jornada y han recibido ya el apoyo de fuerzas militares y refuerzos enviados desde el continente.
Según los informes de las autoridades hay muchas urbanizaciones de la turística isla arrasadas por el lodo, cientos de personas han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en instalaciones militares o en casas particulares y la capital, Funchal, no ha logrado restablecer aún el tránsito rodado en muchas de sus principales arterias, convertidas en ríos.
Tras las intensas lluvias de hoy, que sólo remitieron al final de la tarde hora local (18.00 GMT) y las muchas precipitaciones registradas en los últimos meses hacen temer a la población que se produzcan derrumbes y aluviones de lodo.
Las riadas han amontonado vehículos, troncos y piedras en muchas zonas de la isla y se teme que puedan haberse llevado también los cuerpos de algunas de las personas que han sido denunciadas como desaparecidas por familiares.
Los bomberos, la policía y las compañías de teléfonos y de energía eléctrica han organizado equipos de emergencia para intentar restablecer el contacto con zonas pobladas de Madeira que siguen completamente aisladas.
Según medios locales se preparan equipos de buceadores para buscar en la bahía de Funchal posibles víctimas entre los automóviles arrastrados por las riadas.
El presidente del Gobierno regional del archipiélago, Alberto Joao Jardim, declaró que se han organizado alojamientos de emergencia y el suministro de alimentos y ropas a las familias que han tenido que abandonar sus casas.
Según los servicios de meteorología, no había llovido con tanta intensidad en Madeira desde 1969, aunque para los próximos días no se prevén ya lluvias tan intensas.
Ante la grave situación en la isla, el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, apeló hoy a la "solidaridad nacional" para ayudar a Madeira y "reconstruir un mundo que fue destruido".
También el primer ministro luso, José Sócrates, reconoció la "desolación" que ha causado el temporal y anunció su propósito de viajar a Funchal en cuanto se restablezca el funcionamiento del aeropuerto, que ha sido cerrado por los vientos de hasta cien kilómetros por hora y los daños del temporal.
EFE
Las autoridades regionales y los cuerpos de seguridad informaron de que hay numerosas poblaciones de la isla anegadas, sin luz ni teléfono y con decenas de kilómetros de calles y carreteras cortadas por la intensidad de las lluvias, las peores en 40 años, sufridas por Madeira durante toda la madrugada de hoy.
Los servicios de bomberos y protección civil estuvieron desbordados toda la jornada y han recibido ya el apoyo de fuerzas militares y refuerzos enviados desde el continente.
Según los informes de las autoridades hay muchas urbanizaciones de la turística isla arrasadas por el lodo, cientos de personas han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse en instalaciones militares o en casas particulares y la capital, Funchal, no ha logrado restablecer aún el tránsito rodado en muchas de sus principales arterias, convertidas en ríos.
Tras las intensas lluvias de hoy, que sólo remitieron al final de la tarde hora local (18.00 GMT) y las muchas precipitaciones registradas en los últimos meses hacen temer a la población que se produzcan derrumbes y aluviones de lodo.
Las riadas han amontonado vehículos, troncos y piedras en muchas zonas de la isla y se teme que puedan haberse llevado también los cuerpos de algunas de las personas que han sido denunciadas como desaparecidas por familiares.
Los bomberos, la policía y las compañías de teléfonos y de energía eléctrica han organizado equipos de emergencia para intentar restablecer el contacto con zonas pobladas de Madeira que siguen completamente aisladas.
Según medios locales se preparan equipos de buceadores para buscar en la bahía de Funchal posibles víctimas entre los automóviles arrastrados por las riadas.
El presidente del Gobierno regional del archipiélago, Alberto Joao Jardim, declaró que se han organizado alojamientos de emergencia y el suministro de alimentos y ropas a las familias que han tenido que abandonar sus casas.
Según los servicios de meteorología, no había llovido con tanta intensidad en Madeira desde 1969, aunque para los próximos días no se prevén ya lluvias tan intensas.
Ante la grave situación en la isla, el presidente portugués, Aníbal Cavaco Silva, apeló hoy a la "solidaridad nacional" para ayudar a Madeira y "reconstruir un mundo que fue destruido".
También el primer ministro luso, José Sócrates, reconoció la "desolación" que ha causado el temporal y anunció su propósito de viajar a Funchal en cuanto se restablezca el funcionamiento del aeropuerto, que ha sido cerrado por los vientos de hasta cien kilómetros por hora y los daños del temporal.
EFE
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