Organización Mundial de la Salud oficializó que son 621 muertos, 1.040 heridos y 645 desaparecidos. No obstante, el Gobierno nipón teme que víctimas asciendan al millar.
Más de 50 mil soldados y personal de rescate se movilizan para brindar las atenciones del caso a los supervivientes del terremoto y posterior tsunami que castigó Japón el viernes.
Hasta el momento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó 621 muertos, 1.040 heridos y otros 645 permanecen desaparecidos. Asimismo, más de 300 mil japoneses han sido evacuados de cinco provincias de noreste nipón.
Del sector de Fukushima, donde una planta nuclear resultó dañada, se retiró a 51.207 personas ante el inminente riesgo radiactivo. En general, 3.400 edificios fueron destruidos y se registraron al menos 200 incendios.
En medio de este panorama, los brigadistas buscan entre los restos y escombros a más sobrevivientes atrapados en las construcciones sumergidas bajo las aguas que no terminan por retroceder luego del maremoto.
En tanto, unos 190 aviones y 25 barcos han sido desplegados para las tareas de búsqueda, a las que ya se sumó Estados Unidos con barcos para el transporte de las Fuerzas de Auto Defensa japonesas.
El primer ministro Naoto Kan manifestó que el daño del fenómeno es inmenso luego de recorrer en helicóptero las zonas devastadas. “Las zonas residenciales han sido completamente arrastradas por el agua, en numerosas zonas costeras”, dijo en declaraciones recogidas por El Mundo.
El gobierno teme que la cifra final de fallecidos supere el millar de personas, señaló a su turno el secretario del gabinete, Tukio Edano. La situación sería más alarmante si se continúa sin noticias de 10.000 habitantes de la localidad portuaria de Minamisanriku, en la prefectura de Miyagi, donde olas de más 10 metros de alto no dejaron edificio en pie.
En la provincia oriental de Iwate, el tsunami prácticamente barrió del mapa varias localidades.
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