En tal sentido, el 51% de los estadounidenses se mostró a favor de la ley de Arizona, mientras un 38% considera que va demasiado lejos. Sin embargo, un 9% cree que la norma debería ser aún más estricta.
La ley, promulgada el viernes 23 de abril pasado, convierte en delito residir sin documentos migratorios y permite a la policía local confirmar el estatuto migratorio en base a "sospechas razonables".
También contempla penalizaciones a quienes transporten o den trabajo a un indocumentado y otorga el derecho a cualquier persona de demandar a los departamentos policíacos, agencias estatales o ciudades que no apliquen las nuevas regulaciones.
La encuesta revela, además, que un 78% de estadounidenses considera necesario reforzar la vigilancia de las fronteras e, incluso, cree que es necesario un cambio profundo en las leyes actuales de inmigración.