Según las autoridades, la fosa clandestina era usada por grupos del crimen organizado para disponer de los cuerpos de sus rivales o de secuestrados asesinados.
Un total de 39 cadáveres, la mayoría de ellos sin identificar, han sido retirados de una fosa clandestina descubierta hace una semana en el sureño estado mexicano de Guerrero, informaron hoy fuentes oficiales.
El director de la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero, Valentín Díaz, indicó en declaraciones a la prensa que todos los cuerpos descubiertos se encontraban en un "respiradero" de la mina San Francisco de Cuadra, en la ciudad de Taxco, ubicada a 187 kilómetros al sur de Ciudad de México.
Según las autoridades, la fosa clandestina era usada por grupos del crimen organizado para disponer de los cuerpos de sus rivales o de secuestrados asesinados.
De acuerdo con Díaz, más de veinte familias se han acercado al depósito de cadáveres para tratar de identificar a sus seres queridos, y las autoridades piden pruebas dentales para el reconocimiento de los cuerpos.
Sin embargo, por el estado de putrefacción de algunos cadáveres "será difícil la identificación", reconoció el funcionario.
A la fecha, de los 39 cuerpos sólo el del director del penal de Iguala, Daniel Bravo, ha sido identificado.
La Fiscalía de Guerrero ha señalado que en la mina es posible que se encuentren hasta cien cuerpos, pero el lugar es de difícil acceso, por lo que el retiro de todos los restos mortales podría tardar varios días.
El fiscal de Guerrero, Albertico Guinto, señaló en días pasados que los cuerpos sobrepasan los cuarenta, según las fotografías en poder de la Fiscalía, lo que convertiría a la mina de Taxco en el mayor cementerio del crimen organizado encontrado en México.
En la ciudad turística de Taxco, visitantes y ciudadanos se quejan del olor que emana el anfiteatro de la urbe, porque al parecer el refrigerador de la morgue no sirve.
El pasado martes unos 50 habitantes y propietarios de restaurantes protestaron por el olor fétido y exigieron a las autoridades que retiren los cadáveres porque ahuyentan al turismo, la principal fuente de ingresos de esa localidad mexicana.
Los cuerpos de Protección Civil siguen trabajando en la zona, y utilizan oxígeno para ingresar en los túneles de la mina. EFE
El director de la Policía Investigadora Ministerial de Guerrero, Valentín Díaz, indicó en declaraciones a la prensa que todos los cuerpos descubiertos se encontraban en un "respiradero" de la mina San Francisco de Cuadra, en la ciudad de Taxco, ubicada a 187 kilómetros al sur de Ciudad de México.
Según las autoridades, la fosa clandestina era usada por grupos del crimen organizado para disponer de los cuerpos de sus rivales o de secuestrados asesinados.
De acuerdo con Díaz, más de veinte familias se han acercado al depósito de cadáveres para tratar de identificar a sus seres queridos, y las autoridades piden pruebas dentales para el reconocimiento de los cuerpos.
Sin embargo, por el estado de putrefacción de algunos cadáveres "será difícil la identificación", reconoció el funcionario.
A la fecha, de los 39 cuerpos sólo el del director del penal de Iguala, Daniel Bravo, ha sido identificado.
La Fiscalía de Guerrero ha señalado que en la mina es posible que se encuentren hasta cien cuerpos, pero el lugar es de difícil acceso, por lo que el retiro de todos los restos mortales podría tardar varios días.
El fiscal de Guerrero, Albertico Guinto, señaló en días pasados que los cuerpos sobrepasan los cuarenta, según las fotografías en poder de la Fiscalía, lo que convertiría a la mina de Taxco en el mayor cementerio del crimen organizado encontrado en México.
En la ciudad turística de Taxco, visitantes y ciudadanos se quejan del olor que emana el anfiteatro de la urbe, porque al parecer el refrigerador de la morgue no sirve.
El pasado martes unos 50 habitantes y propietarios de restaurantes protestaron por el olor fétido y exigieron a las autoridades que retiren los cadáveres porque ahuyentan al turismo, la principal fuente de ingresos de esa localidad mexicana.
Los cuerpos de Protección Civil siguen trabajando en la zona, y utilizan oxígeno para ingresar en los túneles de la mina. EFE
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