Los manifestantes mostraron su rechazo a las multitudinarias manifestaciones de tinte racista de Pegida.
Varias ciudades alemanas fueron de nuevo escenario de manifestaciones en apoyo a los refugiados que viven en el país y contra las marchas xenófobas que lidera cada semana en Dresde (este) el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida).
Según cifras facilitadas por la policía, alrededor de 10.000 personas se concentraron en Mannheim (oeste) en favor de la tolerancia y la diversidad y mostraron su rechazo a las multitudinarias manifestaciones de tinte racista de Pegida, que ha llamado de nuevo a sus seguidores a salir a la calle este lunes.
Convocados por diversas ONG, partidos y sindicatos, más de 4.000 personas marcharon también contra la xenofobia en Lübeck (norte), donde en 1996 murieron diez personas en el incendio provocado en un albergue de refugiados.
En Dresde, bastión de Pegida, miles de personas reclamaron en la calle que las autoridades aclaren con urgencia la muerte a puñaladas de un joven de 20 años solicitante de asilo procedente de Eritrea.
La policía descarta por el momento un trasfondo xenófobo en la muerte del joven, pero los manifestantes mostraron públicamente sus dudas y exigieron que continúen las investigaciones.
El cadáver fue hallado el pasado martes por la mañana en el patio de una manzana de edificios de Dresde y las críticas rodearon desde un principio la actuación de la policía, que habló primero de una posible muerte natural o un suicidio.
Poco después se hicieron públicos los resultados de la autopsia, que desveló que el joven había muerto tras recibir numerosas puñaladas en el cuello y en el pecho; la policía tuvo que reconocer su error, mientras las autoridades de la ciudad pedían que no se especulara sobre el caso y el entorno del fallecido exigía aclaraciones.
EFE
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