Entre las medidas propuestas destaca el control sistemático de todos los ciudadanos de la UE a la entrada y salida del espacio Schengen.
Los ministros de Interior de la Unión Europea se reunieron este jueves en Riga para finalizar un plan "concreto y ambicioso" contra el islamismo radical y prevenir nuevos atentados en Europa.
"Es urgente", dijo el ministro belga del Interior Jan Jambon a su llegada. Tras los atentados de París, que dejaron 17 muertos, Europa está en pie de guerra contra el islamismo radical.
Bélgica llevó a cabo una redada contra una célula de jóvenes belgas radicalizados y preparados para perpetrar atentados.
Entre las medidas propuestas destaca el control sistemático de todos los ciudadanos de la UE a la entrada y salida del espacio Schengen; crear un registro europeo de datos de pasajeros de aviones para seguir los desplazamientos sospechosos o dotarse de la tecnología necesaria para rastrear los intercambios en las redes sociales y descodificar algunas comunicaciones.
Otro frente es trabajar en las causas de la radicalización de los musulmanes en Europa, evitar que sean reclutados por movimientos islamistas, impedir que viajen a las zonas de conflicto en Siria, Irak y Libia y mantenerlos localizados cuando regresan a Europa.
La Unión Europea tiene que unirse y no actuar de manera dispersa, como lo hace actualmente.
"Espero la adopción de propuestas concretas y ambiciosas para la cumbre de jefes de Estado y de gobierno el 12 de febrero en Bruselas", declaró el coordinador europeo para la lucha antiterrorista Gilles de Kerchove.
Europa debe reforzar su arsenal contra el terrorismo ya que está bajo la doble amenaza de un gran ataque organizado por Al Qaida y acciones perpetradas por individuos radicalizados, los llamados "lobos solitarios".
Más de 3,000 europeos radicalizados se han sumado a los movimientos islamistas en Siria y en Irak, según datos de los Estados y cerca del 30% han regresado a sus países de origen.
ANDINA
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