El general Khattiya Sawasdipol fue la primera víctima de la operación lanzada por el Ejército tailandés para cercar a los activistas.
El general Khattiya Sawasdipol, un carismático militar renegado que apoya a los "camisas rojas", murió hoy cinco días después de haber sido herido por un francotirador durante los choques con las fuerzas de seguridad en Bangkok.
Sawasdipol llevaba en coma desde el pasado jueves, cuando recibió un balazo mientras se hallaba detrás de las barricadas supervisando la seguridad en la base de los manifestantes antigubernamentales, informaron los medios locales.
El general fue la primera víctima de la operación lanzada por el Ejército tailandés para cercar a los activistas, que llevan dos meses atrincherados en la ciudad para exigir la caída del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas en Tailandia.
Sobre él pesaba una orden de búsqueda y captura por haber participado en la muerte de varios soldados durante la batalla campal entre ambos bandos que el pasado 10 de abril salpicó de sangre las calles de la ciudad.
La situación volvió a empeorar la semana pasada, y desde el jueves han fallecido 36 personas en los tiroteos.
Para impedir que la crisis se extienda a otras zonas de Tailandia, las autoridades extendieron ayer el estado de excepción en vigor en la capital a otras cinco provincias, elevando a 20 las que se hallan bajo la medida de emergencia.
El primer ministro tailandés, Abhisit Vejajjiva, ha dado a los manifestantes hasta las 15.00 hora local (08.00) para abandonar su campamento en el centro de la ciudad, aunque no ha dejado claro qué sucederá cuando haya expirado el plazo.
Unos 6.000 "camisas rojas" -según el Ejecutivo- se hallan todavía detrás de las barricadas después de que un número indeterminado de ellos abandonara el lugar a lo largo del fin de semana por la suciedad, escasez de comida y temor a una carga de las tropas.
Una decena de embajadas están cerradas desde el viernes, y algunas misiones diplomáticas tampoco trabajarán puesto que el lunes y el martes han sido declarados jornadas festivas para facilitar el desalojo de los manifestantes.
EFE
Sawasdipol llevaba en coma desde el pasado jueves, cuando recibió un balazo mientras se hallaba detrás de las barricadas supervisando la seguridad en la base de los manifestantes antigubernamentales, informaron los medios locales.
El general fue la primera víctima de la operación lanzada por el Ejército tailandés para cercar a los activistas, que llevan dos meses atrincherados en la ciudad para exigir la caída del Gobierno y la convocatoria de elecciones anticipadas en Tailandia.
Sobre él pesaba una orden de búsqueda y captura por haber participado en la muerte de varios soldados durante la batalla campal entre ambos bandos que el pasado 10 de abril salpicó de sangre las calles de la ciudad.
La situación volvió a empeorar la semana pasada, y desde el jueves han fallecido 36 personas en los tiroteos.
Para impedir que la crisis se extienda a otras zonas de Tailandia, las autoridades extendieron ayer el estado de excepción en vigor en la capital a otras cinco provincias, elevando a 20 las que se hallan bajo la medida de emergencia.
El primer ministro tailandés, Abhisit Vejajjiva, ha dado a los manifestantes hasta las 15.00 hora local (08.00) para abandonar su campamento en el centro de la ciudad, aunque no ha dejado claro qué sucederá cuando haya expirado el plazo.
Unos 6.000 "camisas rojas" -según el Ejecutivo- se hallan todavía detrás de las barricadas después de que un número indeterminado de ellos abandonara el lugar a lo largo del fin de semana por la suciedad, escasez de comida y temor a una carga de las tropas.
Una decena de embajadas están cerradas desde el viernes, y algunas misiones diplomáticas tampoco trabajarán puesto que el lunes y el martes han sido declarados jornadas festivas para facilitar el desalojo de los manifestantes.
EFE
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