Las relaciones con Rusia son muy importantes para Israel, sobre todo en uno de los temas que más le preocupa: Irán.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió hoy al presidente ruso, Vladímir Putin, que Israel se opone terminantemente a que Irán permanezca en Siria una vez que concluya el conflicto en este país.
"Por supuesto, no nos gustaría que el Islam radical, el terrorismo suní, sea sustituido por el terrorismo islámico y radical chií encabezado por Irán", dijo Netanhayu al comienzo de la reunión celebrada en el Kremlin.
Netanyahu llegó a Moscú para reunirse con Putin por cuarta vez en el último año y medio, lo que demuestra la importancia de lo que ocurre en el país árabe para la seguridad del Estado judío.
Clima tenso. La presencia de radares, baterías antimisiles y la flotilla rusa en el Mediterráneo ha alterado el equilibrio de fuerzas en la zona y ha reducido tanto la supremacía regional como limitado la libertad de acción del Ejército israelí.
Mientras Putin apeló a la estrecha relación que se ha forjado en los últimos años entre ambos líderes, que mantienen permanente contacto telefónico, el jefe del Gobierno israelí no se anduvo por las ramas.
"Y actualmente vuelve a haber intentos por parte del heredero de la antigua Persia, Irán, de aniquilar el Estado judío. Lo admiten abiertamente, lo escriben negro sobre blanco en sus periódicos", aseguró.
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