El mandatario venezolano dijo también que Estados Unidos impulsa una "guerra mundial" contra Venezuela con el respaldo de gobiernos aliados en el hemisferio.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso este jueves una cumbre de mandatarios de América Latina y el Caribe, al juramentarse para un segundo período (2019-2025) en medio de una oleada de rechazo internacional.
"He propuesto en varias oportunidades que se convoque una cumbre" para discutir con agenda abierta todos los temas que haya que discutir, cara a cara (...) ¡Ratifico hoy mi propuesta, lanzo el reto!", clamó Maduro en su discurso en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, de línea oficialista).
"Yo quiero verle la cara a Iván Duque (presidente de Colombia y duro crítico de Maduro) y que me hablara de Venezuela (...). Yo creo que nos tienen miedo", agregó desafiante.
Rechazo internacional
Coincidiendo con el inicio del nuevo mandato de Maduro, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó este jueves una resolución que declara "ilegítimo" al gobernante socialista, a la vez que Paraguay anunció la ruptura de relaciones con Venezuela.
El consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció en tanto que la Casa Blanca incrementará su "presión sobre el régimen corrupto" venezolano. Al pedir "que se escuche a Venezuela" para con diálogo "resolver esta situación", Maduro reiteró sus habituales denuncias sobre una oleada de "intolerancia" entre los gobiernos de derecha que se han impuesto en la región.
El mandatario acusó a la oposición venezolana, calificándola de "fascista", de "infectar" "a la derecha latinoamericana y caribeña". "Veamos el caso de Brasil y el surgimiento de un fascista como el presidente Jair Bolsonaro", manifestó en esa línea.
"Una guerra mundial contra Venezuela"
Nicolás Maduro, quien en numerosas ocasiones ha denunciado planes de Washington para derrocarlo o incluso asesinarlo, dijo que Estados Unidos impulsa una "guerra mundial" contra Venezuela con el respaldo de gobiernos aliados en el hemisferio.
El mandatario fue reelegido el pasado 20 de mayo en votaciones boicoteadas por los principales partidos de oposición, que las tildaron de fraude, y desconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de Latinoamérica y el Caribe.
Según la Constitución, el presidente debía juramentarse ante el Parlamento, de mayoría opositora, pero el TSJ lo declaró en desacato y fue sustituido en la práctica por la oficialista Asamblea Constituyente.
(Con información de AFP)
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