"Alguien que ha disparado sobre una multitud desarmada tras 41 años de dictadura no puede seguir en el poder", dijo el presidente francés en la primera jornada de la cumbre del G8.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, subrayó hoy que el líder libio, Muamar el Gadafi, "debe dejar el poder" por sus ataques a la población civil, y advirtió que cuanto más tarde en hacerlo menores serán sus opciones para determinar a dónde va y en qué condiciones.
"No decimos que Gadafi se tiene que exiliar, no es nuestro problema. Sino que alguien que ha disparado sobre una multitud desarmada tras 41 años de dictadura no puede seguir en el poder", declaró Sarkozy en conferencia de prensa en la primera jornada de la cumbre del G8 en la localidad francesa de Deauville.
Preguntado sobre qué países podrían acoger al líder libio, respondió: "pongámonos de acuerdo sobre el principio antes que sobre la dirección", es decir, que Gadafi "debe dejar el poder y cuanto antes lo haga mayores serán las opciones para él. Y cuanto más tarde, más se reducen los destinos".
Insistió en que si anuncia que abandona el poder "luego se puede discutir de todo". "Que sus soldados vuelvan a sus cuarteles (...) Luego nos preocuparemos de la dirección, del billete de avión e incluso de la clase del asiento", señaló con cierta ironía.
El presidente francés, que admitió diferencias sobre la crisis libia en la entrevista que mantuvo en Deauville en el marco de la cumbre con su homólogo ruso, señaló que le había dicho a Dmitri Medvédev que "no nos corresponde a nosotros decidir el futuro de Libia, sino a los libios".
"Pero si no hubiéramos intervenido, Bengasi hubiera desaparecido del mapa por la locura mortífera de un hombre que había prometido una represión sin precedentes", añadió tras haber agradecido a Rusia que se abstuviera en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en el voto de la resolución que dio pie a la operación internacional contra el régimen de Gadafi.
Sarkozy, que también trató de la crisis libia con el primer ministro británico, David Cameron, aseguró que "los progresos de nuestros amigos (los rebeldes) del Consejo Nacional de Transición (CNT) son reales".
E insistió en que el objetivo de la intervención militar internacional es "obtener la paz y el derecho a la democracia para los libios".
-EFE-
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