El hecho sucedió en Arabia Saudí, un país donde la ley islámica es muy estricta, en especial con las mujeres, que no tienen los mismos derechos que el hombre.
Los hechos se remontan al año pasado, cuando la maestra requisó el teléfono móvil a la adolescente alegando que la cámara del dispositivo estaba prohibida en el recinto escolar.
La reacción de la niña fue lanzar una taza a la cabeza de la directora, quien la denunció y solicitó a los tribunales que la alumna fuera flagelada "para educarla", recoge el portal español El Mundo.
La ONG por los Derechos Humanos discreparon de esta sentencia, sin embargo, la ley saudí es muy firme, ya que se basa en la aplicación de la Sharia o ley islámica.
La Sharia permite la flagelación por diversos motivos, como el adulterio, así como la amputación de miembros a ladrones y la decapitación de asesinos.
La aplicación de esta 'ley' es muy rígida en Arabia Saudí. En el 2007 una joven de 18 años, que fue víctima de violación en grupo, fue condenada a recibir 200 latigazos y a seis meses de prisión por estar acompañada de un hombre que no era parte de su familia.
En Arabia Saudí las mujeres no pueden conducir, votar, testificar salvo en contadas ocasiones, o incluso operarse o viajar sin permiso de sus maridos.
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