El presidente de Estados Unidos advierte que el método que se va a usar ahora 'no carece de riesgos y no se ha intentado nunca', tras el fracaso de la inyección de lodo.
El derrame de petróleo en el golfo de México, que BP admitió que no ha conseguido detener con una inyección de lodo pesado, es "tan enfurecedor como doloroso", afirmó el presidente de EEUU, Barack Obama.
En un comunicado después de que la petrolera BP admitiera su fracaso y declarara que comenzará ahora un método distinto para intentar detener el derrame, Obama indicó que "está claro que no ha funcionado" la inyección de lodo y las autoridades federales han ordenado a la compañía que detenga esa operación.
El presidente estadounidense advierte de que el método que se va a usar ahora "no carece de riesgos y no se ha intentado nunca".
Ese método, que tardará cuatro días en ponerse en marcha, consiste en serrar mediante submarinos robot las tuberías de las que mana el crudo, para cubrir los restos con una válvula especialmente diseñada.
El procedimiento, destacó Obama, será "difícil y tardará varios días" en poderse aplicar, sin que tampoco tenga garantías de éxito.
No obstante, aseguró, las autoridades federales "no cejarán" hasta haber logrado la completa limpieza de la marea negra y el fin del vertido.
Las declaraciones del presidente se producen después de que el director de operaciones de BP, Doug Suttles, admitiera que "no hemos podido detener el flujo" de petróleo que mana del pozo a 1.500 metros de profundidad. "Hemos tomado la decisión de pasar a la siguiente opción", agregó.
"Tenemos confianza en que la operación funcionará, pero evidentemente no podemos garantizar el éxito", declaró Suttles.
La inyección de lodo pesado había comenzado el pasado miércoles, la primera vez que se intentaba a una profundidad semejante, 1.500 metros.
En total, la compañía inyectó 30.000 barriles de lodo y efectuó tres intentos distintos de bloqueo de la tubería con basura como cubos de plástico, neumáticos usados y pelotas de golf para taponar la tubería.
El derrame se ha convertido en el peor de la historia, una vez que los científicos han corregido sus cálculos, que inicialmente contaban que la fuga equivalía a 5.000 barriles de petróleo al día, y ahora consideran que el crudo que mana del pozo alcanza entre los 12.000 y los 19.000 barriles diarios.
La catástrofe, que comenzó tras la explosión de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" el 20 de abril, se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno estadounidense y el presidente Barack Obama, contra el que crecen las críticas acerca de la gestión del problema.
Cualquier solución a la que se llegue por el momento sería temporal. La solución definitiva no se logrará al menos en dos meses más, los necesarios para concluir la perforación, ya en marcha, de un nuevo pozo que reemplace al averiado.
Mientras tanto, los expertos del Gobierno calculan que ya se han vertido en el golfo un mínimo de 68 millones de litros de petróleo.
-EFE
En un comunicado después de que la petrolera BP admitiera su fracaso y declarara que comenzará ahora un método distinto para intentar detener el derrame, Obama indicó que "está claro que no ha funcionado" la inyección de lodo y las autoridades federales han ordenado a la compañía que detenga esa operación.
El presidente estadounidense advierte de que el método que se va a usar ahora "no carece de riesgos y no se ha intentado nunca".
Ese método, que tardará cuatro días en ponerse en marcha, consiste en serrar mediante submarinos robot las tuberías de las que mana el crudo, para cubrir los restos con una válvula especialmente diseñada.
El procedimiento, destacó Obama, será "difícil y tardará varios días" en poderse aplicar, sin que tampoco tenga garantías de éxito.
No obstante, aseguró, las autoridades federales "no cejarán" hasta haber logrado la completa limpieza de la marea negra y el fin del vertido.
Las declaraciones del presidente se producen después de que el director de operaciones de BP, Doug Suttles, admitiera que "no hemos podido detener el flujo" de petróleo que mana del pozo a 1.500 metros de profundidad. "Hemos tomado la decisión de pasar a la siguiente opción", agregó.
"Tenemos confianza en que la operación funcionará, pero evidentemente no podemos garantizar el éxito", declaró Suttles.
La inyección de lodo pesado había comenzado el pasado miércoles, la primera vez que se intentaba a una profundidad semejante, 1.500 metros.
En total, la compañía inyectó 30.000 barriles de lodo y efectuó tres intentos distintos de bloqueo de la tubería con basura como cubos de plástico, neumáticos usados y pelotas de golf para taponar la tubería.
El derrame se ha convertido en el peor de la historia, una vez que los científicos han corregido sus cálculos, que inicialmente contaban que la fuga equivalía a 5.000 barriles de petróleo al día, y ahora consideran que el crudo que mana del pozo alcanza entre los 12.000 y los 19.000 barriles diarios.
La catástrofe, que comenzó tras la explosión de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" el 20 de abril, se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para el Gobierno estadounidense y el presidente Barack Obama, contra el que crecen las críticas acerca de la gestión del problema.
Cualquier solución a la que se llegue por el momento sería temporal. La solución definitiva no se logrará al menos en dos meses más, los necesarios para concluir la perforación, ya en marcha, de un nuevo pozo que reemplace al averiado.
Mientras tanto, los expertos del Gobierno calculan que ya se han vertido en el golfo un mínimo de 68 millones de litros de petróleo.
-EFE
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