El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, habia propuesto retirarle la nacionalidad a toda persona de origen extranjero que voluntariamente haya atentado contra alguna autoridad pública.
La propuesta del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de retirar la nacionalidad francesa en casos determinados constituye "una incitación al odio", según denunció hoy el Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación Racial.
Este comité examinó ayer y hoy el informe de la delegación francesa sobre las medidas de las disposiciones de la Convención internacional para eliminar toda forma de discriminación racial, después de que expertos de la ONU denunciasen un "recrudecimiento" de los actos racistas en Francia.
"Falta una verdadera voluntad política", aseguró el relator del comité para el examen al informe de Francia, Pierre-Richard Prosper.
El representante permanente de Francia ante las Naciones Unidas en Ginebra, Jacques Pellet, respondió a las críticas y reconoció que las personas de etnia gitana, la mayoría rumanos, se enfrentan a importantes dificultades en los ámbitos económicos y sociales.
Los 18 expertos que integran ese comité mostraron también su preocupación por la situación de los gitanos y su expulsión a Bulgaria y Rumanía, además de incidir en el debate sobre la "identidad nacional".
Para el Comité, estas decisiones y el planteamiento de Sarkozy de retirar la nacionalidad francesa en casos puntuales representan "no sólo una discriminación contra franceses de origen extranjero", sino también "una incitación al odio", según un miembro de este comité.
Del mismo modo, la política contra la discriminación en Francia fue recriminada por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), cuyo vicepresidente, Malik Salemkour, lamentó hoy en rueda de prensa que "la lucha contra el racismo ya no es una prioridad".
"Las administraciones prefieren el populismo a combatir el racismo", subrayó Salemkour, y añadió que "estigmatizar al extranjero constituye una tendencia que se ha acelerado con Sarkozy".
"Ha habido una regresión jurídica en este apartado durante los últimos años", precisó el vicepresidente de la FIDH, ya que "se elaboran estadísticas en las que se pregunta por el lugar de origen", por lo que "la etnia está presente en la política de seguridad", argumentó.
Salemkour resaltó que en la reunión del comité, la delegación francesa sólo se ha comprometido a elaborar a una futura ley contra el racismo, sin concretar más.
Pellet admitió que "somos conscientes nuestras dificultades para terminar con el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia en nuestra territorio".
EFE
Este comité examinó ayer y hoy el informe de la delegación francesa sobre las medidas de las disposiciones de la Convención internacional para eliminar toda forma de discriminación racial, después de que expertos de la ONU denunciasen un "recrudecimiento" de los actos racistas en Francia.
"Falta una verdadera voluntad política", aseguró el relator del comité para el examen al informe de Francia, Pierre-Richard Prosper.
El representante permanente de Francia ante las Naciones Unidas en Ginebra, Jacques Pellet, respondió a las críticas y reconoció que las personas de etnia gitana, la mayoría rumanos, se enfrentan a importantes dificultades en los ámbitos económicos y sociales.
Los 18 expertos que integran ese comité mostraron también su preocupación por la situación de los gitanos y su expulsión a Bulgaria y Rumanía, además de incidir en el debate sobre la "identidad nacional".
Para el Comité, estas decisiones y el planteamiento de Sarkozy de retirar la nacionalidad francesa en casos puntuales representan "no sólo una discriminación contra franceses de origen extranjero", sino también "una incitación al odio", según un miembro de este comité.
Del mismo modo, la política contra la discriminación en Francia fue recriminada por la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), cuyo vicepresidente, Malik Salemkour, lamentó hoy en rueda de prensa que "la lucha contra el racismo ya no es una prioridad".
"Las administraciones prefieren el populismo a combatir el racismo", subrayó Salemkour, y añadió que "estigmatizar al extranjero constituye una tendencia que se ha acelerado con Sarkozy".
"Ha habido una regresión jurídica en este apartado durante los últimos años", precisó el vicepresidente de la FIDH, ya que "se elaboran estadísticas en las que se pregunta por el lugar de origen", por lo que "la etnia está presente en la política de seguridad", argumentó.
Salemkour resaltó que en la reunión del comité, la delegación francesa sólo se ha comprometido a elaborar a una futura ley contra el racismo, sin concretar más.
Pellet admitió que "somos conscientes nuestras dificultades para terminar con el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia en nuestra territorio".
EFE
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