"El problema con la temporada de lluvias es que es muy difícil saber cuándo va a empezar", declaró portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Naciones Unidas estimó este martes que más de 200.000 haitianos están muy expuestos a la temporada de lluvias que se prevé comenzará en abril, dos meses después del sismo que mató a más de 220.000 personas y dejó a 1,3 millones de personas sin hogar.
La ONU informó que las 218.000 personas que viven en 21 campamentos de Puerto Príncipe están particularmente expuestas a los riesgos que representa la temporada de lluvias.
"El problema con la temporada de lluvias es que es muy difícil saber cuándo va a empezar", declaró a la AFP el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Kristen Knutson.
El gobierno hace lo posible por comprar terrenos y establecer allí campamentos, fuera de la capital, pero se estima que son necesarias unas seis semanas para volver viables estos lugares.
Knutson estima que desplazar a la gente afuera de la capital es una solución de "último recurso".
Se recomienda que los haitianos cuyas viviendas no se derrumbaron vuelvan a sus hogares, aunque muchos siguen con temores.
Ingenieros y arquitectos aún tienen que establecer qué construcciones son habitables y cuáles no.
La temporada de lluvias, que precede a la de los huracanes en junio, suele comenzar en el mes de abril en Haití, pero fuertes chaparrones ya afectaron al país, provocando la muerte de unas 15 personas.
AFP
La ONU informó que las 218.000 personas que viven en 21 campamentos de Puerto Príncipe están particularmente expuestas a los riesgos que representa la temporada de lluvias.
"El problema con la temporada de lluvias es que es muy difícil saber cuándo va a empezar", declaró a la AFP el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Kristen Knutson.
El gobierno hace lo posible por comprar terrenos y establecer allí campamentos, fuera de la capital, pero se estima que son necesarias unas seis semanas para volver viables estos lugares.
Knutson estima que desplazar a la gente afuera de la capital es una solución de "último recurso".
Se recomienda que los haitianos cuyas viviendas no se derrumbaron vuelvan a sus hogares, aunque muchos siguen con temores.
Ingenieros y arquitectos aún tienen que establecer qué construcciones son habitables y cuáles no.
La temporada de lluvias, que precede a la de los huracanes en junio, suele comenzar en el mes de abril en Haití, pero fuertes chaparrones ya afectaron al país, provocando la muerte de unas 15 personas.
AFP
Comparte esta noticia