FAO, FIDA y PMA aseguraron que la volatilidad y la previsible subida de los precios harán que los agricultores, consumidores y países pobres sean los más vulnerables.
Los precios de los alimentos seguirán siendo elevados e incluso se incrementarán en el futuro, advirtieron conjuntamente tres organizaciones de Naciones Unidas con sede en Roma, en un informe anual titulado "El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo".
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) aseguran en el documento que la volatilidad y la previsible subida de los precios hará que "los agricultores, consumidores y países pobres sean más vulnerables".
"Los países pequeños dependientes de las importaciones, en particular en África, son los más amenazados. Muchos de ellos sufren todavía graves problemas como consecuencia de la crisis económica y alimentaria de 2006-2008", apunta el informe.
En este sentido, la FAO, el FIDA y el PMA creen que los países en desarrollo también se verán afectados por esta situación: "La demanda de los consumidores en los países con economías en rápido crecimiento aumentará, la población continúa creciendo, y si prosigue la expansión de los biocombustibles el sistema alimentario se verá sometido a demandas adicionales".
Las organizaciones de Naciones Unidas también señalan que las crisis actuales, incluyendo la del Cuerno de África, "están dificultando nuestros esfuerzos con miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD) de reducir a la mitad la proporción de personas que sufren hambre en el mundo para 2015".
Aún así, precisan que de cumplirse dichos objetivos, se estaría hablando de 600 millones de seres humanos que padecen hambre todos los días, lo que "no puede ser jamás aceptable".
EFE
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