En la Alianza Atlántica se considera positivo el ´sí´ de la Liga Árabe a la posibilidad de imponer una zona de prohibición de vuelos sobre el país, una operación que en cualquier caso será ´compleja, difícil y cara´.
Los ministros de Defensa de la OTAN analizarán mañana en Bruselas las opciones de intervención militar en Libia, entre las que se estudia la posible imposición de una zona de exclusión aérea, un bloqueo marítimo a la entrada de armas o la creación de un corredor para suministrar ayuda humanitaria.
La Alianza, por el momento, no tiene "ninguna intención" de actuar, según han repetido en los últimos días sus mandatarios, pero quiere estar preparada para hacerlo rápidamente en caso de necesidad.
Por ello, los países han encargado a las autoridades militares de la organización que estudien y planifiquen "un amplio abanico" de alternativas, que mañana serán presentadas a los ministros.
La OTAN, según fuentes diplomáticas, ha acordado tres principios que deberían cumplirse antes de proceder a cualquier acción militar en Libia: una "necesidad demostrable" de actuación internacional, una "base legal clara" y "un firme apoyo regional".
El primero de los casos se daría, por ejemplo, si se detecta una "gran necesidad humanitaria" o hay bombardeos a "gran escala" contra la población, aseguró hoy un alto oficial estadounidense.
La base legal, mientras, hace referencia principalmente a la aprobación de un mandato del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para intervenir, sobre todo en el caso de opciones como la zona de exclusión aérea.
En los años 90, la OTAN llevó a cabo una acción de este tipo en Kosovo sin una resolución de la ONU, pero los países consideran que sería "muy difícil" hacer lo mismo en el caso de Libia, señaló una fuente británica.
Mientras, se considera que otras operaciones, como una posible vigilancia naval en aguas internacionales para evitar la entrada de armas en el país, no requerirían necesariamente un mandato de la ONU, donde países como Rusia y China serían reticentes a autorizar el uso de medios militares en Libia.
Respecto al apoyo regional, los aliados consideran que cualquier actuación internacional en Libia debe contar con un apoyo de la mayoría de países y organizaciones del área, aunque no todos tendrían por qué dar su respaldo explícito.
En este sentido, en la OTAN se considera positivo el "sí" de la Liga Árabe a la posibilidad de imponer una zona de prohibición de vuelos sobre el país, una operación que en cualquier caso será "compleja, difícil y cara", según fuentes aliadas.
Además, la idea no cuenta por ahora con el apoyo de los 28 países aliados, pues algunos como Libia han expresado sus reticencias.
Hoy, diversas fuentes diplomáticas de la organización insistieron en que se buscará el consenso en todas las acciones aliadas y que no habrá ninguna coalición al margen de la OTAN para actuar en Libia.
Por el momento, la Alianza Atlántica ha ampliado a las 24 horas del día los vuelos de vigilancia AWACS, que controlan movimientos a gran distancia.
La reunión de ministros de Defensa, en la que participará la española Carme Chacón, no tomará en principio ninguna decisión concreta sobre Libia, pues no ha recibido ninguna solicitud para actuar.
El encuentro comenzará a las 13:00 GMT y continuará con una cena, dedicada a los aspectos de reorganización interna de la Alianza, sobre los que se confía en poder preparar decisiones para el próximo mes de junio.
El viernes, los ministros de la OTAN se reunirán con los países que participan en la misión ISAF de Afganistán, con el fin de confirmar el inicio de la transición en el país asiático, para que fuerzas nacionales comiencen a hacerse cargo progresivamente de la seguridad.
El presidente afgano, Hamid Karzai, tiene previsto anunciar próximamente las provincias en las que comenzará el proceso, que pretende cerrarse antes del fin de 2014.
EFE
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