Los líderes recuerdan que todos tienen la responsabilidad colectiva de prevenir que actores no estatales obtengan la información para preparar armas nucleares.
Líderes de 47 países con capacidad nuclear acordaron poner bajo control todo el material nuclear en cuatro años, al acoger un pedido de Estados Unidos, según un borrador de la declaración final de una cumbre obtenido por la AFP.
La cumbre de Washington reconoce el derecho al uso pacífico de la energía nuclear, pero reafirma que es necesaria la cooperación y la asistencia mutua.
Los líderes, en una reunión sin precedentes centrada en el peligro del terrorismo nuclear, acordaron reforzar las medidas contra el tráfico ilegal de material radioactivo, y ratificaron su apoyo a las tareas de vigilancia de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
En el borrador del documento, también dan su apoyo específico al llamamiento del presidente Barack Obama para poner bajo llave, en cuatro años, todo el material nuclear susceptible de ser utilizado para construir armas atómicas.
Eso concierne en particular el plutonio y el uranio altamente enriquecido.
Los líderes recuerdan que todos tienen la responsabilidad colectiva de prevenir que actores no estatales obtengan la información o tecnología necesaria para preparar armas o artefactos nucleares.
Todos los países con reactores nucleares que utilizan uranio altamente enriquecido deberían primero asegurarse de que tiene agrupadas y bajo control todas las existencias, y segundo, intentar convertir esos reactores a combustible pobremente enriquecido.
El mundo cuenta con unas reservas mundiales de uranio enriquecido y de plutonio -posibles ingredientes de una bomba A- de 1.600 toneladas y 500 toneladas respectivamente.
"A dos décadas del final de la Guerra Fría, nos enfrentamos a una cruel ironía de la historia: el riesgo de una confrontación nuclear entre países ha bajado, pero el riesgo de un ataque nuclear ha subido", dijo Obama al recibir en su segunda jornada de trabajo a los dirigentes.
La cumbre de Washington, celebrada bajo estrictas medidas de seguridad, es la mayor cumbre de líderes organizada por Estados Unidos desde 1945. AFP
La cumbre de Washington reconoce el derecho al uso pacífico de la energía nuclear, pero reafirma que es necesaria la cooperación y la asistencia mutua.
Los líderes, en una reunión sin precedentes centrada en el peligro del terrorismo nuclear, acordaron reforzar las medidas contra el tráfico ilegal de material radioactivo, y ratificaron su apoyo a las tareas de vigilancia de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
En el borrador del documento, también dan su apoyo específico al llamamiento del presidente Barack Obama para poner bajo llave, en cuatro años, todo el material nuclear susceptible de ser utilizado para construir armas atómicas.
Eso concierne en particular el plutonio y el uranio altamente enriquecido.
Los líderes recuerdan que todos tienen la responsabilidad colectiva de prevenir que actores no estatales obtengan la información o tecnología necesaria para preparar armas o artefactos nucleares.
Todos los países con reactores nucleares que utilizan uranio altamente enriquecido deberían primero asegurarse de que tiene agrupadas y bajo control todas las existencias, y segundo, intentar convertir esos reactores a combustible pobremente enriquecido.
El mundo cuenta con unas reservas mundiales de uranio enriquecido y de plutonio -posibles ingredientes de una bomba A- de 1.600 toneladas y 500 toneladas respectivamente.
"A dos décadas del final de la Guerra Fría, nos enfrentamos a una cruel ironía de la historia: el riesgo de una confrontación nuclear entre países ha bajado, pero el riesgo de un ataque nuclear ha subido", dijo Obama al recibir en su segunda jornada de trabajo a los dirigentes.
La cumbre de Washington, celebrada bajo estrictas medidas de seguridad, es la mayor cumbre de líderes organizada por Estados Unidos desde 1945. AFP
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