La aprobación se da por descontada, ya que los tres partidos que apoyan al Gobierno, dirigido por Lukás Papadimos, suman 252 de los 300 escaños del Parlamento heleno.
El Parlamento griego votará mañana los presupuestos generales de 2012, marcados nuevamente por fuertes recortes en el gasto, con el objetivo de reducir el déficit público hasta el 5,5 % desde el 9 % del Producto Interior Bruto (PIB).
La aprobación se da por descontada, ya que los tres partidos que apoyan al Gobierno dirigido por el ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Lukás Papadimos -el Partido Socialista Panhelénico (PASOK), la conservadora Nueva Democracia (ND) y el ultraderechista LAOS- suman 252 de los 300 escaños del Parlamento heleno, a los que se podrían sumar varios diputados independientes liberales y de centroderecha.
Sin embargo, la lucha partidista no ha terminado con la formación de un Gobierno de unidad nacional en noviembre, y los grupos parlamentarios que apoyan al Ejecutivo emplearon las sesiones del debate, que comenzó el viernes, para reprocharse unos a otros -incluso dentro de las mismas formaciones políticas- de las duras medidas de austeridad que recogen las cuentas públicas para el año próximo.
El objetivo principal es lograr un superávit primario del 1,1 por ciento que, tras el pago de deuda e intereses, llevará a un déficit del 5,5 % del PIB, frente al 9 % que se espera para 2011.
Para ello, el gasto público se recortará en 5.000 millones de euros, mediante la reducción de los salarios públicos, las pensiones y el presupuesto de Educación -un 60 % más bajo-, entre otras partidas que serán reducidas.
En cambio, aumentan las partidas para armamento militar y para Interior.
Los ingresos del Estado crecerán un 7,1 % a través de la aplicación de nuevos impuestos indirectos y una mayor tasación directa, que se centrará en los particulares, mientras que la presión fiscal a las empresas disminuirá.
Ya antes del debate, el líder de ND, Antonis Samarás, informó de que su partido apoyará los presupuestos pero acusó a la mala gestión del gobierno del ex primer ministro Yorgos Papandreu de los recortes presupuestarios.
EFE
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