El mandatario recordó al príncipe que en pago por desposar a una sudafricana, según las costumbres del país, el novio debe regalar vacas autóctonas a la familia de la mujer.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, bromeó hoy en un breve encuentro en Durban, al este del país, con el príncipe Alberto de Mónaco, recién casado con la nadadora sudafricana Charlene Wittstock, y le reclamó las vacas que tradicionalmente se entregan como dote en la cultura zulú.
El príncipe Alberto y su mujer llegaron hoy a Durban para participar en la reunión del Comité Olímpico Internacional, que decidirá mañana la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018.
Tras la ceremonia inaugural, el presidente Zuma, que pronunció el discurso de bienvenida, mantuvo un breve y distendido encuentro con el príncipe Alberto.
Zuma le recordó al príncipe Alberto que debía pagar la "labola", la dote tradicional zulú, en pago por desposar a su novia sudafricana, según informó hoy la agencia estatal de noticias BuaNews.
El presidente sudafricano explicó que, según las costumbres del país, el novio debe regalar a la familia de la mujer una cantidad determinada de vacas nguni, la especie autóctona del país.
Alberto de Mónaco se casó el pasado fin de semana con la nadadora olímpica Charlene Wittstock, en una ceremonia que tuvo lugar en el principado.
La pareja celebrará el jueves una fiesta en un lujoso hotel de Durban a la que asistirán 200 invitados.
Jacob Zuma almorzará mañana, miércoles, con el Príncipe Alberto y su mujer en la residencia presidencial de Durban, informó el Gobierno sudafricano.
El príncipe Alberto participará después en la votación del Comité Olímpico Internacional, que anunciará la ciudad que organizará los próximos Juegos de Invierno de 2018, cuya sede se disputan Munich (Alemania), Annecy (Francia) y Pyeong Chang (Corea del Sur). EFE
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