´Las cenizas se elevan por sobre el cráter (4.000 a 7.000 metros) y hay que esperar nubes de cenizas considerables en función de la dirección del viento´, advierten.
La erupción del volcán islandés Eyjafjöll está de nuevo en una fase explosiva y se esperan nuevas nubes de cenizas "considerables", anunciaron meteorólogos y geofísicos islandeses la noche del jueves.
"La erupción es nuevamente explosiva, la lava dejó de salir y la mayoría del magma es proyectado para todos lados debido a las explosiones en el cráter", según un informe de la Oficina Meteorológica islandesa y del Instituto Islándes de Ciencias de la Tierra.
"Las cenizas se elevan por sobre el cráter (4.000 a 7.000 metros) y hay que esperar nubes de cenizas considerables en función de la dirección del viento", continúa.
"No hay ningún signo de que la erupción terminó", concluye.
El Eyjafjöll entró en erupción el 14 de abril, desprendiendo una nube de cenizas que paralizó el tráfico aéreo durante más de una semana en Europa.
La emisión de cenizas disminuyó luego y la dirección de los vientos permitió la reapertura de los aeropuertos europeos.
Más de 100.000 vuelos fueron anulados entonces bloqueando a ocho millones de pasajeros. El sector aéreo estimó las pérdidas en 2.500 millones de euros.
AFP
"La erupción es nuevamente explosiva, la lava dejó de salir y la mayoría del magma es proyectado para todos lados debido a las explosiones en el cráter", según un informe de la Oficina Meteorológica islandesa y del Instituto Islándes de Ciencias de la Tierra.
"Las cenizas se elevan por sobre el cráter (4.000 a 7.000 metros) y hay que esperar nubes de cenizas considerables en función de la dirección del viento", continúa.
"No hay ningún signo de que la erupción terminó", concluye.
El Eyjafjöll entró en erupción el 14 de abril, desprendiendo una nube de cenizas que paralizó el tráfico aéreo durante más de una semana en Europa.
La emisión de cenizas disminuyó luego y la dirección de los vientos permitió la reapertura de los aeropuertos europeos.
Más de 100.000 vuelos fueron anulados entonces bloqueando a ocho millones de pasajeros. El sector aéreo estimó las pérdidas en 2.500 millones de euros.
AFP
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