Actividades que, hasta el momento, formaban parte del devenir cotidiano de municipios como Cittadella y Bergamo, en los próximos meses podrían convertirse en comportamientos ilegales, perseguidos y multados por las autoridades.
Prohibiciones como la del uso del velo islámico, cada vez más extendida entre los países europeos, podrán compartir escenario en Italia con otras limitaciones más peculiares, como la de abrir un restaurante "kebab", desplazarse en monopatín o tomar el sol en bañador en el parque.
Actividades que, hasta el momento, formaban parte del devenir cotidiano de municipios como Cittadella y Bergamo, situados en el norte italiano, pero que en los próximos meses podrían convertirse en comportamientos ilegales, perseguidos y multados por las autoridades.
No permitir la apertura de restaurantes "kebab" en el centro histórico de Cittadella es la última propuesta del alcalde del municipio, Massimo Bitonci, quien ha apelado al patriotismo y a "la recuperación de la identidad regional" para argumentar la medida.
La propuesta de Bitonci recibió la semana pasada el primer sí de la Junta Municipal y desde el Ayuntamiento se espera que en los próximos meses sea aprobada definitivamente por parte del Consejo.
"En el centro histórico de Cittadella no podrán montar un negocio aquellos que vendan "kebab" y otros platos similares para llevar. No son, para nada, alimentos que formen parte de nuestra tradición y que conformen nuestra identidad", explica Bitonci, quien subraya que la nueva norma "revalorizará las tradiciones" de la ciudad italiana.
El alcalde de Cittadella, quien también es diputado de la Liga Norte (el partido socio de Silvio Berlusconi en el Gobierno), insiste en que este tipo de negocios "no son bienvenidos" en el centro histórico, porque "se ha demostrado que, cuando se ha permitido su apertura indiscriminada, la Administración Local y los ciudadanos se han arrepentido amargamente".
Con esta prohibición, que aparte del "kebab" afecta a cualquier restaurante de comida rápida que quiera instalarse en el centro de Cittadella, Bitonci también espera acabar con "el abandono indeterminado de basuras" que, según el político, generan estos negocios.
A ellos también les recrimina "el escaso respeto que tienen por las normas higiénicas y sanitarias", unas declaraciones que han sido calificadas de "vergonzosas" por el vicepresidente de la Consejería de Inmigración de la Región del Veneto, Abdallah Khezraji.
"Es como si en París o en Nueva York prohibieran la pizza", ha afirmado Khezraji ante los medios.
Los restaurantes de comida rápida no son las únicas prohibiciones impuestas por Bitonci, ya que desde que llegó al poder en 2002 ha librado batallas similares contra los vendedores ambulantes o las revistas pornográficas, entre otras cosas.
Una de las medidas más controvertidas propuestas por él y su Ayuntamiento fue aprobada en 2007 y exigía a los ciudadanos extranjeros "llegar a un nivel mínimo de renta y tener una casa decente" para obtener la residencia en Cittadella, según se puede leer en las publicaciones de la época.
Una polémica similar gira en torno al nuevo reglamento municipal de la ciudad norteña de Bérgamo, propuesto en estos días por la Junta de centroderecha y que será debatido por el Ayuntamiento de la ciudad a partir de septiembre.
Entre otras cosas, la nueva normativa prohíbe radicalmente el uso del burka y de cualquier otro velo islámico que pueda dificultar la identificación de una persona.
Asimismo, prevé multas de hasta 500 euros para los que decidan tomar el sol en ropa de baño en los parques públicos, donde tampoco estará permitido organizar comidas y meriendas en las que se usen mesas y sillas, a no ser que se pida previamente una autorización al Ayuntamiento.
Según el texto, también serán multados con grandes sumas de dinero quienes se desplacen por la ciudad "en patines, monopatines y otros medios que impulsen el caminar".
Por ahora, son solo propuestas políticas, pero a la vuelta del verano podrían convertirse en normas de obligado cumplimiento.
-EFE
Comparte esta noticia