Con 219 votos a favor, la Cámara de Representantes aprobó la mayor ampliación de las garantías sanitarias desde que se crearon los servicios de Medicare y Medicaid hace cuatro décadas.
La histórica reforma sanitaria aprobada ayer por la Cámara de Representantes se dirige ahora a la Casa Blanca para la firma del presidente Barack Obama, que la convertirá en ley, probablemente la más importante de su mandato.
Fuentes de la administración han asegurado que la firma se producirá seguramente esta semana, aunque es improbable que ocurra antes del martes.
Con 219 votos a favor -tres más de los 216 necesarios- y 212 en contra, la Cámara de Representantes aprobó ayer la mayor ampliación de las garantías sanitarias en el país desde que se crearon los servicios de Medicare (que da cobertura a los jubilados) y Medicaid (que protege a los más desfavorecidos) hace cuatro décadas.
La cámara baja aprobó un segundo paquete de medidas que incluye enmiendas a la reforma, y que deberá ser aprobada por el Senado, lo que podría ocurrir el viernes o sábado próximos.
La reforma sanitaria ha sido la gran prioridad de Barack Obama en su primer año de mandato, por lo que su aprobación ha sido interpretado como un gran triunfo para su Gobierno.
La iniciativa, que fue rechazada por todo el bloque republicano de la Cámara de Representantes, busca dar cobertura sanitaria a cerca de 30 millones de estadounidenses que en la actualidad carecen de ella.
Entre otros aspectos, la reforma prohibirá a las aseguradoras rechazar dar cobertura a personas que ya padezcan alguna enfermedad y hará obligatorio para la mayoría de los residentes el contar con un seguro médico.
En declaraciones a la cadena CBS, la secretaria de Salud de EE.UU., Kathleen Sebelius, reconoció hoy que una parte de la población estadounidense se mantenía escéptica sobre la reforma, pero se mostró confiada en que la apoyarán cuando conozcan con detalle su contenido.
La secretaria atribuyó la oposición de la gente a los mensajes negativos que han lanzado los republicanos en los últimos meses, y que contenía afirmaciones como que se recortarían los servicios que se prestan actualmente a través del Medicare o que a las familias se les impediría elegir el médico que quisieran.
"Durante buena parte del año ha habido muchos intentos para confundir y atemorizar a los estadounidenses", afirmó Sebelius, si bien dijo que ahora la gente estará "feliz" cuando conozca los cambios que introducirá la ley.
En otra cadena de televisión, ABC, el congresista Patrick Kennedy, aseguró que su padre, Edward Kennedy, quien murió en agosto pasado, estaría "feliz" de ver cumplido su sueño de la extensión de la cobertura sanitaria universal, por el que luchó durante toda su carrera. EFE
Fuentes de la administración han asegurado que la firma se producirá seguramente esta semana, aunque es improbable que ocurra antes del martes.
Con 219 votos a favor -tres más de los 216 necesarios- y 212 en contra, la Cámara de Representantes aprobó ayer la mayor ampliación de las garantías sanitarias en el país desde que se crearon los servicios de Medicare (que da cobertura a los jubilados) y Medicaid (que protege a los más desfavorecidos) hace cuatro décadas.
La cámara baja aprobó un segundo paquete de medidas que incluye enmiendas a la reforma, y que deberá ser aprobada por el Senado, lo que podría ocurrir el viernes o sábado próximos.
La reforma sanitaria ha sido la gran prioridad de Barack Obama en su primer año de mandato, por lo que su aprobación ha sido interpretado como un gran triunfo para su Gobierno.
La iniciativa, que fue rechazada por todo el bloque republicano de la Cámara de Representantes, busca dar cobertura sanitaria a cerca de 30 millones de estadounidenses que en la actualidad carecen de ella.
Entre otros aspectos, la reforma prohibirá a las aseguradoras rechazar dar cobertura a personas que ya padezcan alguna enfermedad y hará obligatorio para la mayoría de los residentes el contar con un seguro médico.
En declaraciones a la cadena CBS, la secretaria de Salud de EE.UU., Kathleen Sebelius, reconoció hoy que una parte de la población estadounidense se mantenía escéptica sobre la reforma, pero se mostró confiada en que la apoyarán cuando conozcan con detalle su contenido.
La secretaria atribuyó la oposición de la gente a los mensajes negativos que han lanzado los republicanos en los últimos meses, y que contenía afirmaciones como que se recortarían los servicios que se prestan actualmente a través del Medicare o que a las familias se les impediría elegir el médico que quisieran.
"Durante buena parte del año ha habido muchos intentos para confundir y atemorizar a los estadounidenses", afirmó Sebelius, si bien dijo que ahora la gente estará "feliz" cuando conozca los cambios que introducirá la ley.
En otra cadena de televisión, ABC, el congresista Patrick Kennedy, aseguró que su padre, Edward Kennedy, quien murió en agosto pasado, estaría "feliz" de ver cumplido su sueño de la extensión de la cobertura sanitaria universal, por el que luchó durante toda su carrera. EFE
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