Desde el pasado 8 de diciembre, panameños no pueden beber directamente agua de las tuberías porque están contaminadas por fuertes lluvias.
El Gobierno de Panamá completó hoy la distribución gratuita de 600.000 botellas de agua potable, de dos litros cada una, para paliar la falta del líquido que afecta hace más de un mes a un millón de panameños en la capital.
En total se han repartido gratuitamente 600.000 botellas de agua, desde que ayer el Gobierno inició este plan de apoyo a los más afectados por la escasez, dijo a los periodistas el ministro de Asuntos del Canal, Rómulo Roux, quien preside una comisión interinstitucional que procura una solución al problema.
Una parte de las botellas de agua, aproximadamente 13.000 cajas de dos litros, fueron adquiridas en Costa Rica y el resto en el mercado local.
El agua embotellada fue distribuida en varias de las comunidades ubicadas en las zonas altas de la ciudad de Panamá, que no contaban con el suministro del líquido.
Además, se aumentaron los puntos de distribución de agua potable en puestos fijos con carros cisternas, reforzado con 12 camiones adicionales los más de 90 que ya brindaban el servicio.
Esta operación de entrega continuará hasta que se supere la crisis, pues el agua que se está distribuyendo por las tuberías sigue sin ser apta para el consumo humano.
Los habitantes de la capital sufren un racionamiento del agua desde el pasado 8 de diciembre, después de los peores aguaceros caídos en 200 años en el país y, por primera vez en varias décadas, no pueden beberla directamente por la contaminación y turbiedad, causante de diarreas.
La situación afectó la capacidad de purificación de agua de las plantas potabilizadoras de Chilibre, gestionadas por el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN).
Roux informó que los niveles de turbiedad del agua potable en las aguas tratadas de las dos plantas, y la cruda del Lago Alajuela, siguen disminuyendo.
En varias comunidades en zonas altas de la capital se reanudó anoche el suministro del líquido, aunque todavía no es apta para el consumo humano, reiteró Roux.
EFE
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