Groenlandia goza desde 2010 de un nuevo Estatuto de autonomía que reconoce el derecho de autodeterminación, una posibilidad que apoya la mayoría de sus habitantes, aunque no a costa de perder nivel de vida, a la vez que rechaza formar parte de EE.UU, según los sondeos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha nombrado como enviado especial para Groenlandia al gobernador del estado de Luisiana, Jeff Landry, quien dijo que su cometido será convertir a ese territorio autónomo de Dinamarca "en parte de EE.UU.".
En un mensaje publicado a última hora de este domingo -hora local de Washington- en su red Truth social, Trump anunció la designación de Landry, un excongresista que es gobernador de Luisiana desde 2024, como "enviado especial de Estados Unidos para Groenlandia".
"Jeff entiende lo esencial que es Groenlandia para nuestra seguridad nacional, e impulsará rotundamente los intereses de nuestro país por la seguridad y supervivencia de nuestros aliados y, de hecho, del mundo. ¡Felicidades, Jeff!", añadió Trump en su mensaje.
En otro mensaje en X, Landry aclaró que compatibilizará ese "cargo voluntario" con el de gobernador de Luisiana, y dijo que su misión será "convertir a Groenlandia en parte de EE.UU.".
Thank you @realDonaldTrump! It’s an honor to serve you in this volunteer position to make Greenland a part of the U.S. This in no way affects my position as Governor of Louisiana!
— Governor Jeff Landry (@LAGovJeffLandry) December 22, 2025
Búsqueda de Groenlandia
El mandatario estadounidense ha reiterado en varias ocasiones en los últimos meses su interés por "hacerse" con el territorio autónomo danés de Groenlandia por motivos de seguridad nacional, dentro de un afán expansionista que se extiende también a Canadá y al canal de Panamá.
La Casa Blanca llegó a recopilar este año estimaciones de cuánto le costaría adquirir y administrar Groenlandia, además de los ingresos que implicaría la explotación de sus recursos naturales, principalmente los minerales, según informó en abril el diario The Washington Post.
Trump dijo incluso a principios de año que no descartaba el uso de la fuerza para anexionar la isla, de 57 000 habitantes y que es clave para la navegación en torno a la región ártica.
Tanto las autoridades de la isla, que goza de derecho de autodeterminación desde 2009, como las de Dinamarca y la Unión Europea (UE) han rechazado las pretensiones expansionistas de Trump.
No obstante, también han mostrado su voluntad de cooperar en la defensa de la isla, que posee una base estadounidense, fruto de un acuerdo firmado hace siete décadas entre Copenhague y Washington.
Dinamarca convocará a embajador de EE.UU.
A raíz de ello, Dinamarca anunció que convocará al embajador estadounidense después del nombramiento anoche como enviado especial para Groenlandia del gobernador del Estado de Luisiana, Jeff Landry.
"Es completamente inaceptable. Por eso he decidido, de acuerdo con mis colegas groenlandeses, que llamaremos al embajador estadounidense a una reunión en el Ministerio de Exteriores", dijo a la televisión pública danesa DR el titular de este departamento, Lars Løkke Rasmussen.
Rasmussen había declarado previamente en un comunicado que el nombramiento de Landry confirma que se mantiene el interés estadounidense en esa isla ártica y había pedido "respeto" por la integridad territorial del Reino de Dinamarca, que incluye además de a Groenlandia a las Islas Feroe.
"Hay un embajador para el reino de Dinamarca y es él con quien nos relacionamos. Cuando el presidente (Donald Trump) de repente designa a un enviado especial, hay algo que me provoca mucha indignación", señaló a la DR Rasmussen.
Escalada de tensiones
El nombramiento de Landry supone una "escalada", sostuvo el ministro de Exteriores danés, quien resaltó que Dinamarca había trabajado "muy duro" a través de todos los canales diplomáticos para eliminar la tensión surgida el último año por el interés estadounidense en hacerse con Groenlandia.
Rasmussen aseguró que ha sido contactado este lunes por otros colegas europeos "que al igual que yo están indignados y quieren distanciarse de forma clara de las ambiciones estadounidenses".