Sin embargo, el mandatario advirtió que mientras no liberen a secuestrados y sigan cometiendo actos terroristas, ´seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción´.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, les dijo hoy a las FARC que está "abierto" a dialogar para poner fin a la violencia, pero con la condición de que esa guerrilla renuncie "a las armas, al secuestro y al narcotráfico".
"Mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos colombianos, seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción", advirtió Santos en su discurso de investidura.
Esa fue su respuesta al mensaje del máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Guillermo León Sáenz, alias "Alfonso Cano", quien propuso al nuevo Gobierno "conversar" para superar la "terrible situación" que vive el país, en un mensaje grabado el "mes de julio" y colgado la semana pasada en Internet.
"A los grupos armados ilegales que invocan razones políticas y hoy hablan otra vez de diálogo y negociación, les digo que mi Gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la erradicación de la violencia y la construcción de una sociedad mas prospera, equitativa y justa", subrayó Santos.
Sin embargo, después anotó que hay unas "premisas inalterables" que se deben cumplir para poner en marcha ese diálogo: "La renuncia a las armas, al secuestro, al narcotráfico, a la extorsión, a la intimidación".
Añadió que "no es la exigencia caprichosa de un gobernante de turno", sino el "clamor de una nación", que "lo que más desea es la paz" y rechaza "a quienes persisten en la violencia insensata y fratricida".
El nuevo presidente colombiano prometió no descansar "hasta que no impere plenamente el estado de derecho" en todos los rincones del país, por lo que pidió a la cúpula de las Fuerzas Armadas "que continúe dando resultados y produciendo avances contundentes" en la lucha contra los grupos armados ilegales.
"Quiero reiterar lo dicho en el pasado, la puerta al diálogo no está cerrada", insistió Santos al indicar que aspira a "sentar las bases de una verdadera reconciliación, de un desarme real".
Luego concluyó: "Es posible tener una colombia en paz, una colombia sin guerrilla, y lo vamos a demostrar".
Juan Manuel Santos fue investido hoy como el presidente número 59 de Colombia tras recibir la banda tricolor del titular del Congreso, Armando Benedetti.
En la investidura de Santos están presentes casi una veintena de altas personalidades, entre jefes de Estado y Gobierno, y vicepresidentes, además del Príncipe Felipe de Borbón, en representación de España.
EFE
"Mientras no liberen a los secuestrados, mientras sigan cometiendo actos terroristas, mientras no devuelvan a los niños reclutados a la fuerza, mientras sigan minando y contaminando los campos colombianos, seguiremos enfrentando a todos los violentos, sin excepción", advirtió Santos en su discurso de investidura.
Esa fue su respuesta al mensaje del máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Guillermo León Sáenz, alias "Alfonso Cano", quien propuso al nuevo Gobierno "conversar" para superar la "terrible situación" que vive el país, en un mensaje grabado el "mes de julio" y colgado la semana pasada en Internet.
"A los grupos armados ilegales que invocan razones políticas y hoy hablan otra vez de diálogo y negociación, les digo que mi Gobierno estará abierto a cualquier conversación que busque la erradicación de la violencia y la construcción de una sociedad mas prospera, equitativa y justa", subrayó Santos.
Sin embargo, después anotó que hay unas "premisas inalterables" que se deben cumplir para poner en marcha ese diálogo: "La renuncia a las armas, al secuestro, al narcotráfico, a la extorsión, a la intimidación".
Añadió que "no es la exigencia caprichosa de un gobernante de turno", sino el "clamor de una nación", que "lo que más desea es la paz" y rechaza "a quienes persisten en la violencia insensata y fratricida".
El nuevo presidente colombiano prometió no descansar "hasta que no impere plenamente el estado de derecho" en todos los rincones del país, por lo que pidió a la cúpula de las Fuerzas Armadas "que continúe dando resultados y produciendo avances contundentes" en la lucha contra los grupos armados ilegales.
"Quiero reiterar lo dicho en el pasado, la puerta al diálogo no está cerrada", insistió Santos al indicar que aspira a "sentar las bases de una verdadera reconciliación, de un desarme real".
Luego concluyó: "Es posible tener una colombia en paz, una colombia sin guerrilla, y lo vamos a demostrar".
Juan Manuel Santos fue investido hoy como el presidente número 59 de Colombia tras recibir la banda tricolor del titular del Congreso, Armando Benedetti.
En la investidura de Santos están presentes casi una veintena de altas personalidades, entre jefes de Estado y Gobierno, y vicepresidentes, además del Príncipe Felipe de Borbón, en representación de España.
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