Critican que, pese a ser uno de los países del mundo con más movimientos telúricos, no existiese un centro nacional encargado de estudiarlos y una red de alerta temprana.
Sismólogos europeos instaron hoy a Chile a que cree un centro sísmico nacional que centralice la información sobre los movimientos telúricos y mejore la alerta temprana a la población.
"Es absolutamente necesario", declaró a Efe el franco-chileno Raúl Madariaga, de la Escuela Normal Superior de París, aunque reconoció la dificultad de crear ahora ese proyecto debido a la difícil situación económica tras el terremoto del pasado febrero, en el que murieron más de 400 personas.
El científico criticó que en Chile, pese a ser uno de los países del mundo con más movimientos telúricos, no existiese un centro nacional encargado de estudiarlos y una red de alerta temprana, por lo que la primera información que llegó a la ciudadanía procedió de la radio local Bío Bío, de la región afectada.
"No hubo ningún estudio de posibles escenarios (causados por un terremoto), pero felizmente la población fue avisada por la radio", aseguró.
También criticó las confusiones en las altas esferas políticas, ya que "desconocían la relación entre un terremoto y un tsunami", cuando todos los grandes terremotos, relató, tienen su epicentro en el mar.
Madariaga participó hoy en Viena en una rueda de prensa con otros destacados expertos europeos como el italiano Massimo Cocco, del Instituto Nacional italiano de Geofísica, Vulcanología y Sismología; y Vasily Titov, de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU.
En dicha rueda de prensa se trató sobre las diferencias con respecto al seísmo de Haití, que causó centenares de miles de muertos aunque fue de una escala inferior al de Chile.
En el caso del país suramericano, el pasado febrero un sismo de 8,8 grados y un maremoto posterior causaron la muerte de 452 personas y pérdidas valoradas en 30.000 millones de dólares, alrededor del 12% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
Una de las grandes razones para que se limitara la cifra de fallecidos ha sido la estricta normativa sobre construcción, lo que evitó el derrumbe de los edificios.
"Los edificios resistieron muy bien, sobre todo los edificios modernos. Sólo colapsó un edificio en Concepción", la segunda ciudad más grande de Chile y una de las más golpeadas, señaló el experto.
Madariaga indicó que en los próximos 10 ó 20 años se prevé un terremoto de gran intensidad en el norte del país, donde los últimos movimientos telúricos de gran intensidad se produjeron en 1877.
Por su parte, Massimo Cocco, advirtió de que sólo las labores de concienciación en zonas con peligro sísmico y la mejora de la información puede ayudar a la gente a saber qué hacer cuando existe un movimiento telúrico o un tsunami.
También instó a mejorar la comunicación con la población ya que en Chile, por ejemplo, no se alertó a la población del maremoto posterior al terremoto.
Más de 10.000 científicos de todo el mundo se reúnen esta semana en Viena en el congreso anual de la Unión Europea (UE) de Geociencia.
-EFE-
"Es absolutamente necesario", declaró a Efe el franco-chileno Raúl Madariaga, de la Escuela Normal Superior de París, aunque reconoció la dificultad de crear ahora ese proyecto debido a la difícil situación económica tras el terremoto del pasado febrero, en el que murieron más de 400 personas.
El científico criticó que en Chile, pese a ser uno de los países del mundo con más movimientos telúricos, no existiese un centro nacional encargado de estudiarlos y una red de alerta temprana, por lo que la primera información que llegó a la ciudadanía procedió de la radio local Bío Bío, de la región afectada.
"No hubo ningún estudio de posibles escenarios (causados por un terremoto), pero felizmente la población fue avisada por la radio", aseguró.
También criticó las confusiones en las altas esferas políticas, ya que "desconocían la relación entre un terremoto y un tsunami", cuando todos los grandes terremotos, relató, tienen su epicentro en el mar.
Madariaga participó hoy en Viena en una rueda de prensa con otros destacados expertos europeos como el italiano Massimo Cocco, del Instituto Nacional italiano de Geofísica, Vulcanología y Sismología; y Vasily Titov, de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de EEUU.
En dicha rueda de prensa se trató sobre las diferencias con respecto al seísmo de Haití, que causó centenares de miles de muertos aunque fue de una escala inferior al de Chile.
En el caso del país suramericano, el pasado febrero un sismo de 8,8 grados y un maremoto posterior causaron la muerte de 452 personas y pérdidas valoradas en 30.000 millones de dólares, alrededor del 12% del Producto Interior Bruto (PIB) del país.
Una de las grandes razones para que se limitara la cifra de fallecidos ha sido la estricta normativa sobre construcción, lo que evitó el derrumbe de los edificios.
"Los edificios resistieron muy bien, sobre todo los edificios modernos. Sólo colapsó un edificio en Concepción", la segunda ciudad más grande de Chile y una de las más golpeadas, señaló el experto.
Madariaga indicó que en los próximos 10 ó 20 años se prevé un terremoto de gran intensidad en el norte del país, donde los últimos movimientos telúricos de gran intensidad se produjeron en 1877.
Por su parte, Massimo Cocco, advirtió de que sólo las labores de concienciación en zonas con peligro sísmico y la mejora de la información puede ayudar a la gente a saber qué hacer cuando existe un movimiento telúrico o un tsunami.
También instó a mejorar la comunicación con la población ya que en Chile, por ejemplo, no se alertó a la población del maremoto posterior al terremoto.
Más de 10.000 científicos de todo el mundo se reúnen esta semana en Viena en el congreso anual de la Unión Europea (UE) de Geociencia.
-EFE-
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