Desastre por la explosión en el yacimiento de carbón se convierte así en la peor tragedia minera de los últimos años en el país, informaron fuentes oficiales.
La explosión ocurrida en una mina de carbón del noroeste de Colombia la semana pasada deja un saldo de 73 muertos, todos ya rescatados, y se convierte así en la peor tragedia minera de los últimos años en el país, informaron hoy fuentes oficiales.
Al amanecer de este viernes fueron sacados de la mina los últimos cadáveres que quedaban en su interior, explicó John Fredy Rendón, director del Departamento Administrativo para la Atención de Desastres (Dapard) del departamento de Antioquia, territorio en el que está localizada la mina.
La tragedia se inició hacia la medianoche del pasado 16 de junio, cuando se registró una explosión, presumiblemente por acumulación de gases, en la mina San Fernando, ubicada en una zona rural del municipio de Amagá, en Antioquia (noroeste).
En el momento del accidente, que se produjo cuando se realizaba el cambio de turno de los trabajadores, había unas 160 personas en el túnel de la mina, de las que 90 lograron salir y 73 quedaron atrapadas.
Las tareas de rescate de los fallecidos se han prolongado durante varios días por los derrumbes y la acumulación de gases en el túnel de la mina donde ocurrió la explosión.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, viajó el pasado sábado hasta Amagá para acompañar a los familiares de las víctimas, después de haber ordenado el cierre de la mina por dos semanas para agilizar la investigación sobre las causas de la explosión, que posiblemente se conocerán la semana próxima.
En noviembre de 2008, una inundación en un túnel de esa mina causó la muerte a cinco personas, mientras que en 1977 perdieron la vida otras 86 a causa de una explosión en otro yacimiento de carbón en Amagá.
En los últimos cinco años han muerto 71 mineros, 80 han resultado heridos y cuatro desaparecieron como consecuencia de las 18 explosiones ocurridas en minas en Colombia, según datos del Sistema Nacional de Emergencias.
EFE
Al amanecer de este viernes fueron sacados de la mina los últimos cadáveres que quedaban en su interior, explicó John Fredy Rendón, director del Departamento Administrativo para la Atención de Desastres (Dapard) del departamento de Antioquia, territorio en el que está localizada la mina.
La tragedia se inició hacia la medianoche del pasado 16 de junio, cuando se registró una explosión, presumiblemente por acumulación de gases, en la mina San Fernando, ubicada en una zona rural del municipio de Amagá, en Antioquia (noroeste).
En el momento del accidente, que se produjo cuando se realizaba el cambio de turno de los trabajadores, había unas 160 personas en el túnel de la mina, de las que 90 lograron salir y 73 quedaron atrapadas.
Las tareas de rescate de los fallecidos se han prolongado durante varios días por los derrumbes y la acumulación de gases en el túnel de la mina donde ocurrió la explosión.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, viajó el pasado sábado hasta Amagá para acompañar a los familiares de las víctimas, después de haber ordenado el cierre de la mina por dos semanas para agilizar la investigación sobre las causas de la explosión, que posiblemente se conocerán la semana próxima.
En noviembre de 2008, una inundación en un túnel de esa mina causó la muerte a cinco personas, mientras que en 1977 perdieron la vida otras 86 a causa de una explosión en otro yacimiento de carbón en Amagá.
En los últimos cinco años han muerto 71 mineros, 80 han resultado heridos y cuatro desaparecieron como consecuencia de las 18 explosiones ocurridas en minas en Colombia, según datos del Sistema Nacional de Emergencias.
EFE
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