Con la misión del Atlantis culmina para la NASA, un ciclo de viajes espaciales que se inició en los años setenta, como una fórmula segura y barata para colocar satélites en órbita terrestre.
El transbordador Atlantis partió hoy, con cuatro astronautas a bordo, para un último viaje que pondrá fin a tres décadas en las que los cohetes tripulados de la NASA cumplieron más de 130 misiones y ayudaron a construir la Estación Espacial Internacional (EEI).
Denominados oficialmente por la NASA Space Transportation System (STS, sistema de transporte espacial), el programa de los transbordadores estadounidenses se inició en los años setenta, como una fórmula segura y barata para colocar satélites en órbita terrestre.
La construcción del Columbia, el primer transbordador de la NASA, finalizó en 1975 y la nave realizó su primer vuelo espacial el 12 de abril de 1981.
El Columbia colocó en órbita, en aquella misión, el satélite TDRS-A. La Agencia Espacial norteamericana iniciaba así la explotación comercial del espacio exterior.
En 1982 el Challenger se unió a la flota de transbordadores de la NASA y a éste siguieron el Discovery, que realizó su primer vuelo espacial en 1984; el Atlantis, en 1985; el Endeavour, en servicio desde 1992 y el Enterprise, que aunque se utiliza para pruebas, voló en misión espacial de aprovisionamiento a la EEI en 2002.
La NASA vivió varios años de éxitos continuados hasta que, el 26 de enero de 1986, el Challenger, que había viajado al espacio en diez ocasiones, se desintegró a los 80 segundos del despegue por un fallo en el cohete propulsor. Murieron los siete tripulantes.
Tras la catástrofe del Challenger, el Discovery fue el primer transbordador que volvió al espacio en 1989 y posteriormente, en 1995, el Columbia batió el récord de permanencia en el espacio (35 días).
Pero el Columbia, el transbordador más antiguo de la NASA, se desintegró en pleno vuelo el 1 de febrero de 2003, poco antes de aterrizar en Cabo Cañaveral (Florida) y después de haber realizado una misión científica de dieciséis días en la EEI.
Fallecieron los siete miembros de la tripulación y el accidente provocó la suspensión de los vuelos de todos los transbordadores de la NASA.
En el verano de 2005, tras dos años sin que las naves estadounidenses realizaran ninguna misión espacial, la NASA retomó los vuelos orbitales tripulados con el lanzamiento del Discovery para continuar con la construcción de la EEI.
No obstante, problemas similares a los que provocaron el accidente del Columbia llevaron a la Agencia Espacial a suspender nuevamente el programa de los transbordadores por tiempo indefinido, hasta que nuevamente se retomó en 2006.
Desde entonces, la NASA dispuso de tres transbordadores operativos, Discovery, Atlantis y Endeavour. El Enterprise, aunque ha realizado una misión a la EEI en 2002, se utiliza sobre todo para pruebas.
El 24 de febrero de 2011 fue el último viaje del Discovery y el 1 de mayo pasado el Endevour culminó su 25ª y última misión espacial.
En 2008 la NASA comunicó su intención de retirar la flotilla de transbordadores y sustituirlos por cápsulas con cohetes desechables como parte del programa Constellation.
Aunque en 2011, la NASA estudiaba un plan para mantener los transbordadores en condiciones de vuelo hasta 2017, está previsto que las nuevas naves espaciales estén en funcionamiento en 2015.
El viaje de 12 días que comenzó hoy y que finalizará el 20 de julio con el regreso del Atlantis cerrará la era de los transbordadores espaciales. EFE
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