El fondo aspira a alcanzar los 3.600 millones de euros: 1.800 provienen de los presupuestos comunitarios y otros 1.800 derivan de aportaciones nacionales
La Unión Europea (UE) y África comenzaron hoy su segunda y última jornada de una Cumbre en la que previsiblemente aprobarán un plan de acción para afrontar de manera conjunta la llegada de inmigrantes irregulares por el Mediterráneo central. Esta segunda sesión de la cumbre comenzó después de que los Veintiocho firmaran un fondo fiduciario para impulsar proyectos en África que mejoren la calidad de vida de las personas y frenar así el fenómeno migratorio.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, recordó que "este plan depende del dinero" y por esa razón instó al resto de Estados comunitarios "a aumentar sus aportaciones al fondo". Adempas, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, animó a "apoyar a los africanos porque -en su opinión- ellos tienen un problema mayor que el de los europeos" con la inmigración.
Por su parte, el primer ministro de Suecia, Stefan Löfven, cuyo país acaba de reintroducir controles fronterizos temporales por el flujo de refugiados, consideró que el espacio sin fronteras interiores de Schengen solo es sostenible si cooperan todos los Estados miembros. Su homólogo italiano, Matteo Renzi, celebró que "Italia -a cuyas costas llegan numerosos inmigrantes- ya no está sola porque África se ha convertido en una prioridad".
El fondo aspira a alcanzar los 3.600 millones de euros: 1.800 provienen de los presupuestos comunitarios y otros 1.800 derivan de aportaciones nacionales, si bien esta última partida no ha superado por el momento los 78,2 millones de euros. A su llegada al Centro de Conferencias del Mediterráneo de La Valeta, donde se celebra el acto, diversos líderes dieron su opinión sobre la adopción de dicho plan de acción, con dieciséis medidas a impulsar durante el próximo año.
La ministra británica de Interior, Theresa May, señaló que "debemos tener la posibilidad de devolver a personas a África" y llamó a combatir "las mafias que las someten a la miseria", mientras que la presidenta de Lituana, Dalia Grybauskait, dijo que "las fronteras exteriores de la UE no están para nada seguras" y afirmó que "los tiempos nos animan a ser rápidos".
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