Además, según se informó en la región del Bío Bío hubo 133 detenidos por violar el toque de queda impuesto por las autoridades.
El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, hizo un balance positivo de la jornada, en la que no hubo personas heridas y la cifra de detenidos fue "muy inferior a la de años anteriores".
Ubilla precisó que de los 97 detenidos, 96 corresponden a la Región Metropolitana, donde se encuentra la capital.
Puntualizó que en la sureña región del Bío Bío hubo 133 detenidos por violar el toque de queda impuesto por las autoridades, aunque precisó que estas detenciones no tienen relación con hechos violentos.
El subsecretario del Interior destacó la "planificación exitosa" llevada a cabo por Carabineros (policía militarizada), que desplegó más de 2.000 efectivos en las calles de Santiago, y otros 2.000 uniformados en el resto del país.
"La planificación por parte de Carabineros fue tener presencia temprana en los distintos puntos donde tradicionalmente se han producido conflictos", indicó Ubilla a Radio Cooperativa, quien añadió que los incidentes estuvieron protagonizados por "lumpen" (grupos sociales formados por personas marginadas social y económicamente en ambientes urbanos).
"Cuando se produjeron episodios de violencia, básicamente barricadas, Carabineros identificó a los cabecillas del grupo y trataron de focalizar la atención en ellos", explicó el subsecretario del Interior.
Los incidentes se redujeron al levantamiento de barricadas y, en un sector de la capital, se escucharon disparos de armamento automático.
A diferencia de otros años, casi todos los detenidos son mayores de edad, con lo que se logró reducir la participación de menores en los episodios violentos.
El Día del Joven Combatiente fue instaurado por organizaciones populares para conmemorar el asesinato de los hermanos Eduardo y Rafael Vergara Toledo a manos de policías uniformados, durante una protesta contra la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) el 29 de marzo de 1985.
El año pasado, la jornada se saldó con 79 detenidos y 19 heridos, once de ellos policías y ocho civiles, mientras que en 2008 hubo un muerto, nueve heridos y 122 detenidos.
La subsecretaria de Carabineros, Carol Brown, aseguró que "la señal de mano dura contra la delincuencia" mostrada por el presidente Sebastián Piñera fue "una señal positiva, porque hubo muchos menos incidentes".
"Carabineros siempre ha trabajado muy eficientemente, pero esta vez hubo mayor preparación, hubo mayor coordinación, el presidente se preocupó", agregó Brown.
Los disturbios incluyeron cortes momentáneos del suministro eléctrico que afectaron a unos 20.000 hogares en los municipios de Cerro Navia, Lo Prado, Pudahuel y Quilicura. EFE
Comparte esta noticia