Clara Averbuck, de 38 años, denunció el hecho este martes y dijo que no está segura de acusar ante las autoridades al chofer porque no confía en la justicia de su país.
La escritora brasileña Clara Averbuck denunció este martes que sufrió una agresión sexual por parte de un conductor de Uber y pidió elevar el debate a nivel nacional sobre el trato que recibe la mujer en la sociedad. "Cuando iba a salir del vehículo, él me empujó y caí al suelo. Él se aprovechó de mi estado de ebriedad. Me levanté y me penetró con los dedos", dijo en una entrevista a Efe.
Averbuck contó que el hecho ocurrió cuando regresaba a casa y el conductor se aprovechó de su estado vulnerable para cometer la agresión. "La cuestión es que no soy la única, mi caso está saliendo en las noticias porque soy una escritora conocida, pero tengo la certeza de que eso ocurrió con decenas de otras mujeres”.
La escritora agradeció que Uber haya tomado la actitud de suspender al conductor, pero que eso no es suficiente. "Tienen que tener más cuidado con los prestadores del servicio y que estos hagan un servicio de capacitación para enseñar el respeto a las mujeres". La empresa afirmó su posición en contra de "cualquier tipo de violencia contra mujeres" en un comunicado e informó que el conductor fue expulsado del servicio.
No va a tomar acciones. Averbuck dijo que conversará con sus abogados sobre la posibilidad de demandar al supuesto agresor, pues en este tipo de aplicaciones de transporte de pasajeros queda registrado el nombre y la placa del auto. Sin embargo, la autora de libros no está segura de acudir a las autoridades porque, además de no confiar en el sistema brasileña, no tiene pruebas de la agresión.
"En mi caso no tengo como probar lo que pasó y eso se puede volver contra mí y transformarse en una falsa acusación de delito porque no tengo como comprobarlo. Estábamos él y yo, fue muy rápido, ¿cómo lo voy a probar?".
Averbuck ha puesto en marcha una campaña en redes sociales con el hashtag "mi conductor abusador" para que las mujeres compartan sus historias y con la intención de elevar el debate a nivel nacional sobre cómo la mujer es tratada dentro de la sociedad brasileña. "No es un problema de Uber, es un problema estructural de creer que el cuerpo de la mujer, cuando está vulnerable, está disponible. Es una cuestión mucho mayor". (EFE).
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