Cuatro uniformados fueron rescatados del poder de las FARC por las Fuerzas Armadas colombianas tras doce años de estar cautivos en la selvas de ese país.
Los cuatro uniformados que fueron rescatados del poder de las FARC por las Fuerzas Armadas colombianas se reencontraron hoy con sus familiares en Bogotá tras doce años cautivos en la selvas del país.
A su arribo a Bogotá, en la pista del aeropuerto militar de Catam, el general Luis Mendienta; los coroneles Enrique Murillo y William Donato Gómez, de la Policía, al igual que el sargento del Ejército Arlbey Delgado, se fundieron en estrechos abrazos con sus familiares.
Algunos de los liberados, entre ellos el sargento Delgado, aún llevaban las cadenas con las que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) los tenían en la profundidad de la manigua del sur de Colombia.
En sus primeras palabras, el general Mendieta, quien a pesar de ser de la Policía lució un camuflado del Ejército colombiano, agradeció al presidente Álvaro Uribe la operación que les permitió el regreso a la libertad.
El domingo, un comando elite de las Fuerzas Militares de Colombia logró rescatar a Mendieta, Murillo y Delgado, en tanto que se daba por desaparecido a Donato Gómez, quien al momento de la operación huyó del campamento de las FARC y finalmente fue encontrado hoy en horas de la mañana.
Luego del rescate, los tres miembros de la Policía y el del Ejército fueron trasladados en helicópteros al aeropuerto de San José del Guaviare, capital del departamento del mismo nombre.
Junto a los rescatados también llegaron algunos de los 300 militares que participaron en la "Operación Camaleón", que se desarrolló en el caserío Calamar, en el nacimiento del río Inírida, en el Guaviare.
El embarque al avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que los trajo a Bogotá duró escasos cinco minutos, en medio de un operativo que incluyó soldados en posición de defensa en la pista del aeropuerto de San José del Guaviare. EFE
A su arribo a Bogotá, en la pista del aeropuerto militar de Catam, el general Luis Mendienta; los coroneles Enrique Murillo y William Donato Gómez, de la Policía, al igual que el sargento del Ejército Arlbey Delgado, se fundieron en estrechos abrazos con sus familiares.
Algunos de los liberados, entre ellos el sargento Delgado, aún llevaban las cadenas con las que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) los tenían en la profundidad de la manigua del sur de Colombia.
En sus primeras palabras, el general Mendieta, quien a pesar de ser de la Policía lució un camuflado del Ejército colombiano, agradeció al presidente Álvaro Uribe la operación que les permitió el regreso a la libertad.
El domingo, un comando elite de las Fuerzas Militares de Colombia logró rescatar a Mendieta, Murillo y Delgado, en tanto que se daba por desaparecido a Donato Gómez, quien al momento de la operación huyó del campamento de las FARC y finalmente fue encontrado hoy en horas de la mañana.
Luego del rescate, los tres miembros de la Policía y el del Ejército fueron trasladados en helicópteros al aeropuerto de San José del Guaviare, capital del departamento del mismo nombre.
Junto a los rescatados también llegaron algunos de los 300 militares que participaron en la "Operación Camaleón", que se desarrolló en el caserío Calamar, en el nacimiento del río Inírida, en el Guaviare.
El embarque al avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que los trajo a Bogotá duró escasos cinco minutos, en medio de un operativo que incluyó soldados en posición de defensa en la pista del aeropuerto de San José del Guaviare. EFE
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