Autoridades tienen problemas para limpiar el vertido de cinco kilómetros, que ha causado la muerte de varios animales salvajes. Vistas aéreas del área muestran que si bien el aceite se sigue extendiendo, no hay evidencias de un mayor vertido de combustible pesado.
El vertido de petróleo causado por el naufragio de un carguero de bandera liberiana el pasado miércoles amenaza con causar un desastre ecológico en la costa norte de Nueva Zelanda, advirtieron hoy los grupos ecologistas.
"Estamos muy preocupados que este incidente se está convirtiendo inexorablemente en un desastre ambiental de gran escala", dijo el presidente de la Sociedad de Defensa Ambiental, Gary Taylor, en declaraciones citadas por la cadena de televisión TVNZ.
Las autoridades tienen problemas para limpiar el vertido de petróleo de cinco kilómetros, que ha causado la muerte de varios animales salvajes, y temen que la mancha se extienda en el arrecife Austrolabo, de gran importancia ecológica.
El carguero Rena transportaba unas 1.700 toneladas de combustible pesado y cuatro contenedores de una sustancia tóxica de ferrosilicio cuando naufragó en el arrecife, a unos 12 kilómetros de la costa, tras partir de las ciudades portuarias de Napier a Tauranga, ambas en la Isla Norte.
Las autoridades neozelandesas consideran que el combustible proviene de algunas tuberías rotas y no del tanque del carguero, que tiene un peso de 47.000 toneladas, 236 metros de eslora y 21 años de antigüedad.
Varios barcos y equipos están en la zona para recoger el vertido de la agua e intentar prevenir que aumente de forma significativa, mientras que se espera la llegada de expertos holandeses para extraer el combustible pesado.
Además, la Autoridad Marítima Neozelandesa (MNZ, siglas en inglés) se prepara para recoger manualmente el petróleo, según la TVNZ.
Las autoridades ya han rociado una polémica sustancia para dispersar el petróleo, la misma que se utilizó en el desastre ecológico del año pasado en el Golfo de México, sin lograr los resultados esperados.
Para el presidente de la Sociedad de Defensa Ambiental, se debió colocar barreras alrededor del carguero cuando "las condiciones del mar eran buenas para contener el vertido, en lugar de utilizar esa sustancia para dispersar esa marea de petróleo".
Taylor también recordó que se trata de "un área que tiene un gran valor natural por su población de aves y animales marinos y peces".
El comandante de la operación de la MNZ, Rob Service, dijo que las vistas aéreas del área muestran que si bien el aceite se sigue extendiendo, no hay evidencias de un mayor vertido de combustible pesado.
Pero la MNZ teme que el Rena se parta en dos dado que la mitad del buque se encuentra sumergido bajo el agua.
Service dijo que el impacto ambiental dependerá de la suerte y el clima, que al parecer empeorará durante el fin de semana.
En el peor de los escenarios, "la cantidad de petróleo puede llegar a la costa, pero no podemos determinarlo. Todo dependerá totalmente de las condiciones en ese momento, pero estamos preparados para una operación de limpieza de las costas de gran magnitud", acotó.
EFE
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