La mayor cadena de supermercados lanzó una campaña que consistió en dejar de vender productos de otros países para mostrar a sus clientes cuánto dependen de ellos.
En medio de la crisis por los inmigrantes, la cadena de supermercados más grande de Alemania, Edeka, retiró de sus estanterías en Hamburgo toda la comida extranjera en protesta contra la xenofobia y el racismo en la economía más grande de Europa.
Imágenes difundidas en las redes sociales muestran que los clientes se quedaron sorprendidos de ver que la oferta de productos en la tienda había disminuido. Los alimentos que faltaban eran todos aquellos que procedían de otros países.
El mensaje contundente. En su lugar había carteles explicando lo que ocurría: "Así de vacías se ven las estanterías sin extranjero", se leía en uno de ellos. "Esta estantería es bastante aburrida sin diversidad", decía otro cartel.
"En nuestras tiendas vendemos todo tipo de comida que se produce en varias regiones de Alemania. Pero únicamente con los productos de otros países es posible crear una variedad única que nuestros clientes valoran", dijo un portavoz de la empresa a la BBC.
Comicios. La campaña se produce en medio de la campaña electoral ya que el próximo 24 de septiembre Angela Merkel competirá por un cuarto período como canciller y se teme por un ascenso de los partidos de la ultraderecha. Según el Ministerio del Interior germano, en 2016 hubo más de 3,533 ataques contra inmigrantes y refugios de asilados en la nación europea.
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