Las autoridades del penal dijeron que ese tipo de actos se han vuelto comunes en los últimos años.
La escena parece sacada de una película de pandillas: una habitación pequeña, en una esquina un grupo de unas siete personas observando el espectáculo y al centro dos sujetos peleándose con sables. Es lo que se vivió en uno de los patios del Comcar, una cárcel en Uruguay, informó Montevideo Portal.
Los enormes cuchillos, que miden poco menos de un metro, rechinaban con sus filudas hojas que eran zarandeadas por los reclusos, quienes llevaban una en cada mano. La pelea fue registrada por un tercero que era testigo privilegiado del hecho. En el salón no había ni un solo agente o custodio.
Palabra de autoridad. Durante el vídeo no se ve que los hombres se hagan daño, pero el riesgo era muy alto. No es la primera vez, el año pasado ya se habían registrado dos incidentes similares y la ausencia policial durante estos es una constante.
Fuentes de la prisión en Montevideo aseguraron que el nivel de violencia ha aumentado considerablemente y que es muy preocupante. "Las reyertas con armas sin que los guardias intervengan son comunes", dijeron.
Uno de los problemas que sirve combustible para este tipo de acciones violentas está en el hacinamiento. La doctor Mirtha Guianze, directora de la Institución Nacional de Derechos Humanos dijo que la cantidad de presos en Uruguay es enorme, y que no se compara con ningún otro país de América.
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