El nuevo presidente de Argentina reconoció que su gestión arranca con un déficit fiscal que podría llegar al 7 % del PIB.
El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, anunció la eliminación de los impuestos a las exportaciones de bienes industriales.
"Hay que premiar a aquel que se anima al desafío de exportar. Por eso a partir de hoy en Argentina no va a haber más retenciones a la exportación industrial porque no corresponde", anunció hoy Macri al disertar en la conferencia anual de la Unión Industrial Argentina.
Macri, que ya había anunciado una bajada en los impuestos a las exportaciones de granos y otros productos agropecuarios, afirmó que por la pérdida de la competitividad en la última década, la economía argentina está en "extrema vulnerabilidad".
"Esta semana tenemos que encarar otro paso importante en la normalización de nuestra economía, que es salir del cepo (cambiario)", anticipó por otra parte el flamante mandatario, que en campaña prometió poner fin a las restricciones en el mercado de divisas impuestas por el Gobierno de Cristina Fernández a finales de 2011 y unificar los tipos de cambio.
En este sentido, aseguró que "por suerte hay un enorme apoyo mundial hacia este cambio".
"Es impresionante la cantidad de llamados que he recibido de felicitación, de promesa de cooperación de países y de instituciones financieras. Realmente el mundo nos está esperando", dijo Macri.
El jefe de Estado, que asumió el mando el pasado jueves, sostuvo que "para poder volver a importar, exportar y que vengan las inversiones porque hay un único tipo de cambio, se necesita una actitud prudente y constructiva de todos".
En este sentido, advirtió a los empresarios que el Gobierno tiene los "elementos necesarios" para corregir "abusos en términos de precios" que pudieran producirse ante una eventual devaluación.
Macri reconoció que su gestión "arranca con un déficit fiscal que podría llegar al 7 por ciento" del PIB y dijo que, a la vez, el Gobierno debe "llevar a cabo el mayor plan de infraestructura de la historia" sin el cual, aseguró, el país no va a poder "crecer ni expandirse".
Aseveró que se propone "ir hacia una economía estable, sin inflación, con reglas de juego claras".
"Estamos contrarreloj. Ya no tenemos más tiempo que perder. Tenemos que sentarnos alrededor de una mesa, los trabajadores, el Gobierno y las empresas, y fijar marcos, planes estratégicos de mediano y largo plazo, que tengan ambiciosas metas de productividad", sostuvo.
EFE
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