Papa Francisco: "No tengo ningún problema con Mauricio Macri"

El Papá Francisco, sumo pontífice de la Iglesia Católica, aseguró no tener ningún tipo de problema con Mauricio Macri, presidente de su natal Argentina, o su gobierno. En una entrevista con el diario La Nación de su país, Jorge Bergoglio (su nombre de pila) aclaró la situación sobre el rechazo de una fundación suya a una donación hecha por el sucesor de Cristina Fernández en la Casa Rosada.

Su problemas con Mauricio Macri.  "Una sola vez (tuvimos un problema), en Buenos Aires, durante más de seis años de convivencia. Él como jefe de gobierno de la Capital y yo como arzobispo. Una sola vez en tanto tiempo. El promedio es muy bajo. Algunos otros problemas los hablábamos en privado y lo resolvíamos en privado. Y los dos respetamos siempre el acuerdo de privacidad. No busque razones. No hay ninguna explicación en la historia para que se diga que yo tengo un conflicto con Macri. Me parece una persona bien nacida, una persona noble".

El rechazo a la donación del gobierno argentino. "Yo les dije a los dos responsables de Scholas (Su fundación), con todo mi cariño, que los estaba cuidando a ellos de eventuales tentaciones o errores en el manejo de la fundación. De ninguna manera aludía al Gobierno. Al presidente Macri le dije cuando lo vi aquí que se trata de una fundación privada con reconocimiento de la Santa Sede. El Gobierno accedió al pedido de Scholas porque tenía esa información. Sigo creyendo que no tenemos derecho a pedirle un peso al gobierno argentino cuando éste tiene tantos problemas sociales para resolver".

Su relación con las Madres de la Plaza de Mayo. "Hasta un amigo me mandó una carta criticándome por eso (por recibir a Hebe de Bonafini, integrante de la organización). Fue un acto de perdón. Ella pidió perdón y yo no se lo negué. No se lo niego a nadie. Nunca fue cierto que las Madres ensuciaron la Catedral de Buenos Aires. Ocuparon dos veces la Catedral. Y las dos veces yo di la orden de que no les faltaran agua ni baños. Es una mujer a la que le mataron dos hijos. Yo me inclino, me pongo de rodillas ante semejante sufrimiento. No importa lo que haya dicho de mí. Y sé que dijo cosas horribles en el pasado".

Su relación con los grupos conservadores de la Iglesia. "Ellos hacen su trabajo y yo hago el mío. Yo quiero una Iglesia abierta, comprensiva, que acompañe a las familias heridas. Ellos le dicen que no a todo. Yo sigo mi camino sin mirar al costado. No corto cabezas. Nunca me gustó hacerlo. Se lo repito: rechazo el conflicto. Los clavos se sacan haciendo presión hacia arriba. O se los coloca a descansar, al lado, cuando llega la edad de la jubilación".