El ministro taiwanés de Relaciones Exteriores, Joseph Wu, realizó esta denuncia durante un encuentro con el secretario de Salud estadounidense, Alex Azar, que está llevando a cabo una histórica visita a Taipéi, muy criticada por China.
China quiere convertir a Taiwán, un territorio democrático, en "el próximo Hong Kong", denunció el ministro taiwanés de Relaciones Exteriores, Joseph Wu, tras haberse reunido con un alto responsable estadounidense.
"Nuestra vida diaria cada vez es más difícil, mientras China continúa presionando a Taiwán para que aceptemos sus condiciones políticas, unas condiciones que harán de Taiwán el próximo Hong Kong", declaró Wu al secretario de Salud estadounidense, Alex Azar, que está llevando a cabo una histórica visita a Taiwán, muy criticada por el Gobierno chino.
Visita histórica
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, recibió este lunes al secretario estadounidense de Salud, Alex Azar, que viajó a la isla para una visita sin precedente en más de 40 años, y que causó un fuerte malestar en Pekín.
Azar es el responsable estadounidense de mayor rango que haya visitado Taiwán desde 1979, cuando Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Taipéi para reconocer al Gobierno comunista establecido en Pekín como único representante de China.
La visita de tres días de Azar se produce en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y Pekín, enfrentados en varios temas, como el dosier de Hong Kong, las cuestiones comerciales o las responsabilidades en la pandemia del coronavirus.
El lunes, el secretario de Salud se reunió con Tsai, bestia negra de China, que la acusa de perseguir la independencia formal de la isla, de 23 millones de habitantes.
"La reacción de Taiwán al COVID-19 se encuentra entre las más eficaces del mundo, y esto refleja la naturaleza abierta, transparente, democrática de la sociedad y de la cultura de Taiwán", declaró Azar a la presidenta taiwanesa durante su encuentro.
"Valores comunes"
Tsai agradeció a Estados Unidos que hubiera apoyado sus esfuerzos para que Taiwán sea admitido como observador en la Organización Mundial de la Salud (OMS), pese a que Pekín lograra excluir a Taiwán de la agencia de Naciones Unidas.
"Las consideraciones políticas nunca deberían pasar por encima que los derechos a la salud", declaró el lunes Tsai, juzgando "altamente lamentable" el rechazo de Pekín a dejar que Taiwán sea admitido en la OMS.
Hace unos días, el Gobierno chino se refirió a la visita de Azar como una amenaza para la "paz y la estabilidad".
El responsable estadounidense descartó las críticas. "El mensaje del gobierno estadounidense que traigo consiste en reafirmar la asociación profunda que une a Estados Unidos y Taiwán en materia de seguridad, de comercio, de salud y nuestros valores comunes, que son la democracia, la libertad económica y la libertad", declaró a los periodistas antes del encuentro con la mandataria.
La República Popular de China considera la isla como una provincia, a pesar de que esté gobernada por un régimen rival que se refugió en ella tras la toma del poder de los comunistas en Pekín en 1949 después de imponerse en la guerra civil.
Taiwán no es reconocido como un Estado independiente por la ONU y Pekín amenaza con recurrir a la fuerza en el caso de una declaración de independencia de Taipéi o de una intervención extranjera, especialmente de la parte de Washington.
(AFP)
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