Centenares de personas, incluyendo personal del ejército tailandés, siguen movilizadas para encontrar al grupo de menores y su entrenador de fútbol.
Centenares de personas continúan movilizadas por tercer día consecutivo en el norte de Tailandia para encontrar a un grupo de doce niños y de su entrenador de fútbol atrapados en una cueva inundada.
Submarinistas del ejército tailandés sondeaban el fondo de la cueva, donde el agua alcanzó en algunas partes hasta cinco metros de altura debido a las fuertes lluvias del monzón de los últimos días.
A pocos metros del lugar, los padres de los 12 niños atrapados organizaron plegarias. Algunos pasaron la noche en pequeñas tiendas en un terreno fangoso frente a la cueva de Tham Luang, situada en el distrito de Mae Sai,en el norte de Tailandia, cerca de la frontera con Birmania.
"Hijo, vine a buscarte", decía llorando una de las madres. "Recé a Dios por ellos, pero en mi corazón sé que van a sobrevivir", dijo el padre de uno de los niños.
Una búsqueda incesante
Se cree que el grupo de 12 niños de entre 11 y 16 años, miembros de un equipo de fútbol, y su entrenador entraron el sábado en la cueva para refugiarse del mal tiempo. La alerta la dio una madre al ver que su hijo no regresó ese mismo día por la noche.
Los socorristas pudieron hallar bicicletas, botines de fútbol y mochilas en la entrada del lugar y varios dijeron haber visto huellas en una de las cámaras de la cueva.
Sin embargo, los primeros días de búsquedas no permitieron hallar el menor rastro del grupo dentro de la cueva. Las autoridades piensan que podrían haberse refugiado un poco más lejos dentro de la cueva para escapar a la inundación.
El acceso a la cueva, que tiene varios kilómetros de galerías, está en camino muy empinado. En el lugar trabajan tres equipos de socorristas. Uno se quedó fuera y otros dos, que incluyen submarinistas, entraron a la cueva, constató AFP.
Condiciones riesgosas
El servicio meteorológico indicó que las lluvias deberían continuar el martes, lo que podría obstaculizar los esfuerzos de los socorristas.
Las búsquedas comenzaron el sábado por la noche pero tuvieron que interrumpirse esa misma noche. Al mismo tiempo el nivel del agua en la cueva subió, dificultando las búsquedas, por lo que tuvieron que intervenir submarinistas para cruzar las partes inundadas y fangosas.
La cueva Tham Luang no es muy frecuentada por los turistas extranjeros ya que está situada en un lugar alejado, pero atrae a los lugareños que veneran una pequeña estatua de Buda que hay dentro.
Los chaparrones caen regularmente en Tailandia durante la época del monzón, entre mayo y octubre, provocando generalmente inundaciones y deslizamientos de terreno. (Con información de AFP)
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